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La llegada de migrantes en patera a Balears bate récords mientras el sistema de asilo sigue roto

Nicolás Ribas

Eivissa —
13 de agosto de 2025 10:52 h

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La llegada de migrantes a las costas del archipiélago balear ha aumentado significativamente en los últimos años. Hasta mediados de agosto de este año han llegado cerca de 3.800 personas, una cifra que el año pasado no se alcanzó hasta noviembre, según datos de la Delegación del Gobierno. Es decir, refleja un aumento de casi el 80% en relación con el mismo periodo de 2024.

La ruta del Mediterráneo Occidental, también conocida como ruta balear, es una de las cuatro que hay asentadas mediante las cuales cientos de miles de personas intentan alcanzar territorio europeo, como consecuencia de la ausencia de vías legales y seguras. Solo esta semana casi 600 migrantes han alcanzado la costa balear en más de 35 barcas. Los últimos llegaron durante la madrugada de este jueves. Primero fueron 22 migrantes norsaharianos los que llegaron a Formentera y unas horas después otros 26 migrantes de origen subsahariano llegaron a Cala Pi, en Llucmajor (Mallorca).

En este sentido, en 2024 ya se superaron cifras de años anteriores. En lo que respecta a las llegadas de España, además de la ruta balear, existe la atlántica, es decir, las llegadas a las Islas Canarias. Respecto al 2023, al archipiélago canario llegaron más de 46.843 personas, un 17,4% por encima del anterior récord de 2023 de 39.910 llegadas. En relación con las Illes Balears, llegaron 5.882, es decir, un 158,3% más que el año anterior, y más del doble de las llegadas de las que se produjeron en 2022, según datos del Informe de Seguridad Anual de 2024, que elabora el Ministerio del Interior.

Como consecuencia de las últimas llegadas, la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha abierto esta semana un espacio en la Estación Marítima del puerto de Palma para alojar temporalmente a migrantes llegados a las costas de Mallorca, antes de que se inicien los trámites de devolución a sus países de origen. Asimismo, la APB ha cedido a la Delegación del Gobierno la carpa de la estación marítima de Botafoc, en el puerto de Eivissa, así como un espacio en el puerto de La Savina de Formentera.

La Autoridad Portuaria de Balears ha abierto esta semana un espacio en la Estación Marítima del puerto de Palma para alojar temporalmente a migrantes llegados a las costas de Mallorca

Uno de los migrantes que ha llegado a España en los últimos años a través de la ruta balear es Samir (nombre ficticio), migrante de origen argelino. Debido a que apenas existen vías legales y seguras para que los migrantes llegados de África puedan acceder al continente europeo —el sistema de asilo funciona precariamente y las posibilidades legales de migrar de forma regular son igualmente escasas—, lo hacen de forma irregular, lo cual implica poner en peligro su vida, si es que consiguen alcanzar finalmente su destino.

Precisamente por estos motivos en ocasiones utilizan subterfugios legales para alargar su estancia en el país receptor con el objetivo de no permanecer en él de forma irregular, mientras estudian otras vías para no tener que ser devueltos a su país de origen. Hace más de tres años que Samir utilizó uno de estos procedimientos. A través de su abogado interpuso un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional, en la que solicitaba la nulidad de la resolución del Ministerio del Interior que le denegaba protección internacional. Samir no reúne los requisitos para que el Estado le conceda dicho estatu, pero, al tener la posibilidad de costeárselo, ha iniciado un proceso legal que anula temporalmente su situación de irregularidad administrativa. Por tanto, evita ser deportado.

Este migrante argelino alega que está siendo “perseguido” por “una banda criminal que le prestó dinero para crear un negocio de transporte marítimo”, según figura en la sentencia de la Audiencia Nacional, de 15 de julio de 2025, a la cual ha accedido elDiario.es. Según alega el afectado, el Estado argelino “le requisó los barcos y, al no pagar la deuda, fue apuñalado y perseguido”. “Su familia tuvo que marchar a Francia y él huyó por mar a Ibiza”, defiende su representante legal. Sin embargo, el fallo considera que el afectado no ha aportado pruebas que den veracidad a su relato.

La resolución asegura que no ha proporcionado indicios de que exista una persecución por “motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género, orientación sexual o de identidad sexual”. Además, tampoco se han justificado problemas de salud como consecuencia de una puñalada ni razones de “oposición a la prestación del servicio militar”. Esta es otra de las razones que esgrimía para pedir asilo: aseguraba que el Estado argelino le perseguía por negarse a prestar el servicio militar. Según el fallo, Samir no facilitó pruebas que dieran credibilidad a su versión.

Lo que indica la sentencia es que el relato de hechos es “extremadamente confuso” y que no se argumentan los motivos por los que Argelia “le habría requisado las embarcaciones adquiridas con el dinero prestado”. Tampoco se explica, según el fallo, por qué no presentó denuncia por la agresión sufrida. La sentencia sostiene que “se mezclan diversos motivos para pedir asilo”. “Dice el solicitante que teme represalias por negarse a prestar el servicio militar, pero no se presenta indicio alguno sobre llamamiento a filas o medidas acordadas por su insumisión que sean degradantes para la persona”, asegura el fallo. Finalmente, la sentencia considera que el afectado no concreta “ninguna situación de vulnerabilidad que afecte —al demandante— en caso de retornar a su país de origen”.

“Los migrantes lo piden para poder estar de manera no irregular en el territorio español. Si tú pides asilo, se paraliza la devolución hasta que se resuelva la solicitud”, afirma Ana Rosado, investigadora de la Frontera Sur en la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). Sin embargo, cree que —asumiendo la legislación vigente— “la situación del solicitante no tiene fundamento”. “No tiene una base sólida por la que exista un riesgo objetivo de su vida, que es uno de los supuestos por los que se considera conceder el asilo a una persona”, asegura Rosado.

La experta recuerda que no existen acuerdos bilaterales de devolución de migrantes entre España y Argelia, por lo que los migrantes suelen acabar en territorio español en una situación administrativa irregular. “Cuando te encierran en un CIE para materializar la deportación, eso ni siquiera garantiza que te vayan a devolver. El tiempo máximo son 60 días y luego, a veces, te echan a la calle”, añade la experta. Según el fallo, la petición de asilo se hace cuando el migrante “se encuentra internado en el CIE de Barcelona, una vez que se ha acordado su devolución” a su país de origen. Como no existen acuerdos bilaterales con Argelia —al contrario de lo que ocurre con otros países norsaharianos—, el Estado argelino no reconoce a esos ciudadanos como suyos, por lo que no acepta su retorno.

No existen acuerdos bilaterales de devolución de migrantes entre España y Argelia, por lo que los migrantes suelen acabar en territorio español en una situación administrativa irregular. el Estado argelino no reconoce a esos ciudadanos como suyos, por lo que no acepta su retorno

Con una situación administrativa que no es irregular mientras el proceso judicial esté en vigor, Samir puede tomar otras decisiones. “Él puede cruzar ahora mismo la frontera a Francia (...) todavía está esperando la resolución de una solicitud de asilo”, explica Rosado. Su caso sería distinto al de otros migrantes que sí reúnen los requisitos para que se les conceda protección, y aún así no lo consiguen. “Mucha gente ha venido de Senegal alegando una persecución política que realmente existe, pero España no la reconoce”, lamenta la investigadora. Sin embargo, en el caso de Samir, debe demostrar que el riesgo de que su vida corra peligro existe. “Primero tiene que existir en tu país de origen”, indica.

Crece la mortandad

La ruta del Mediterráneo Occidental, que une las costas del noroeste de África con España, experimentó un descenso del 2,6% en las llegadas de migrantes en 2024 situándose en 17.127, según el informe Las personas refugiadas en España y Europa de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Es la ruta europea con menor afluencia, por debajo de la ruta del Mediterráneo Central hacia Italia y Malta (ha descendido un 58% y se sitúa en 66.855 llegadas), la ruta del Mediterráneo Oriental (Grecia, Bulgaria, Chipre), que alcanza las 62.043 personas, y la ruta atlántica hacia Canarias, se colocó en 46.843 llegadas.

La mortalidad, pese a la reducción en el número de migrantes que se desplaza a territorio europeo, sigue siendo elevadísima. En 2024, 3419 personas murieron o desaparecieron en rutas hacia Europa, recoge el informe. La ruta más letal es la del Mediterráneo Central, ya que el 50% de las personas que la utilizan mueren o desaparecen. La ruta atlántica hacia Canarias registró 1215 muertes o desapariciones, un 27% más que en 2023, la cifra más alta desde que se tiene registro. La ruta del Mediterráneo Occidental hacia España contabilizó 466 muertes.

En 2024, 3419 personas murieron o desaparecieron en rutas hacia Europa

En 2024, se registraron 208.909 llegadas irregulares a la UE, un 29% menos que el año anterior, destaca el documento. Según CEAR, este dato consolida la tendencia descendente registrada desde 2015, año en que se superaron el millón de llegadas. Esta disminución está vinculada, afirma la ONG, “al enfoque securitario y de externalización de las políticas migratorias europeas, que se alejan progresivamente del respeto a los derechos humanos y de la lógica de responsabilidad compartida”.

Por países, Afganistán, Siria, Ucrania y Venezuela fueron los principales territorios desde donde huyen los refugiados. La mayor crisis de desplazamiento interno tuvo lugar en Sudán, que vive en una guerra civil desde 2023 y está sufriendo la mayor hambruna global, mientras que en el Sahel, por diversos factores —inestabilidad política, conflictos armados y crisis climática, entre otros—, se generaron desplazamientos tanto internos como internacionales. Además, en Palestina —especialmente en la Franja de Gaza—, el genocidio perpetrado por Israel siguió cobrándose la vida de miles, “desplazando forzosamente a millones y comprometiendo la salud, la educación y la propia subsistencia del pueblo palestino”, una situación que se ha agudizado en las últimas semanas, después de que Netanyahu anunciara su plan de ocupar Gaza.

España, de los que menos protección da

España pasó a ser el segundo país de la Unión Europea (UE) en número de solicitudes de protección internacional en 2024, señala el informe. Al mismo tiempo, es uno de los países de la UE que menos protección proporcionó, con un porcentaje de reconocimiento del 18,5%, frente al 46,6% de media europea. Además, persistieron “los obstáculos en el acceso al procedimiento ligados a las dificultades para obtener una cita de asilo”.

Pese a las dificultades para obtener algún tipo de protección o la condición de refugiado —la opción más difícil—, la migración es “un movimiento natural”, señala Cristina Fuentes, politóloga y coordinadora de investigaciones de la Fundación porCausa. Un fenómeno que seguirá su curso, ya que “el crecimiento de muros y fronteras no ha generado que se frene la migración”. “Lo que se genera es que se abran nuevas rutas que casi siempre suelen ser más mortíferas o más peligrosas para la población migrante”, destaca la experta. En el contexto balear adquiere especial relevancia la migración argelina. Argelia es un país rico en hidrocarburos, aunque dicha abundancia no revierte positivamente en la calidad de vida de su población.

El crecimiento de muros y fronteras no ha generado que se frene la migración, lo que se genera es que se abran nuevas rutas que casi siempre suelen ser más mortíferas o más peligrosas para la población migrante

Cuando un migrante llega a territorio español por vía marítima, se activa el protocolo de gestión de su llegada debido a las irregularidades en la entrada. Los trabajadores de Cruz Roja realizan controles sanitarios, asistencia básica e identifican a las personas vulnerables. En el caso de los que son mayores de edad, pasan a disposición de la Policía Nacional durante un máximo de 72 horas. Se les proporciona asistencia jurídica y tienen derecho a un intérprete. Después, se inician los trámites para el proceso de devolución de los migrantes a sus países de origen.

Mientras se resuelve dicho expediente, las personas consideradas “vulnerables” se incorporan al sistema de atención humanitaria. Si no tienen tal consideración, ingresan en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) para su posterior devolución, si el juzgado ordena su ingreso, como ocurrió con el caso de Samir. Si no hay plazas, quedan en suelo español en situación irregular. En el caso de los menores, pasan a ser responsabilidad de la administración balear, que dispone de centros gestionados por los consells insulars.

Fuentes coincide con el análisis que hace Rosado. “La vía del asilo solamente se utiliza para ganar tiempo y evitar ser expulsado en el momento en el que llegan”, analiza la investigadora, que añade que los migrantes saben, de antemano, que no les suelen conceder la condición de refugiados. Es altamente improbable, de hecho, que los migrantes africanos consigan adquirir su condición de refugiados porque España “no considera que la migración que llega procedente de países de África tenga un componente válido para solicitar el asilo”, indica Fuentes. Son considerados, en cambio, migrantes “por motivos económicos”.

España 'no considera que la migración que llega procedente de países de África tenga un componente válido para solicitar el asilo', según Cristina Fuentes. Son considerados, en cambio, migrantes 'por motivos económicos'. Esto hace altamente improbable que consigan adquirir la condición de refugiados

En mayo de 2024 se aprobó el Pacto Europeo de Migración y Asilo tras más de ocho años de negociaciones, aunque no se aplicará plenamente hasta mediados de 2026. Esto es así debido a su complejidad, así como al alcance de los cambios legislativos que implica. Sin embargo, el nuevo acuerdo sigue consolidando un “enfoque securitario basado en el control y externalización de fronteras”, como informó elDiario.es. Además, el pacto contempla “procedimientos acelerados y fronterizos, menos garantistas, con el objetivo de agilizar las expulsiones, poniendo en riesgo la evaluación individualizada de las solicitudes de asilo y el principio de no devolución”, según se desprende del documento.

En este sentido, los expertos vuelven a remarcar que es importante que los migrantes vean reconocidos sus derechos en cuanto a la evaluación individualizada de las solicitudes de asilo, la asistencia letrada gratuita, la interpretación de calidad en una lengua que la persona comprenda, así como el derecho a la información y a un recurso efectivo, entre otras. Asimismo, es crucial priorizar el salvar vidas mediante vías legales y seguras, mantener la posibilidad de solicitar asilo en embajadas, flexibilizar la reagrupación familiar y garantizar un triaje rápido en las fronteras. En el caso de España, la posibilidad de llegar a suelo nacional implica transitar por rutas “más difíciles y peligrosas, ante la ausencia de vías legales y seguras suficientes”, señala CEAR.

Situación en la frontera sur

En 2024 se incrementaron un 10% las llegadas por vía marítima, fundamentalmente en Canarias y Balears. En el caso de la ruta balear, se identificó una nueva que une Somalia con el archipiélago, atravesando diversos países, incluido Argelia, en un recorrido que puede durar hasta dos años.

Las rutas de llegada a las costas españolas el año pasado fueron similares a las de 2023 y conectaron Senegal, el Sáhara Occidental y Marruecos con Canarias y, de igual modo, Argelia con Balears, Levante y Almería. Sin embargo, surgieron otras rutas, como la que conecta Somalia con el archipiélago balear, con travesía en Argelia, y la que conecta Mali y Canarias (especialmente El Hierro), pasando por Mauritania.

“Se han desestimado y denegado muchísimas solicitudes de asilo, la gran mayoría de migrantes que han llegado por Canarias”, afirma Rosado, y añade que no ha ocurrido lo mismo con los migrantes llegados de Ucrania y Venezuela, pese a que tienen una protección subsidiaria distinta.

El abogado de Samir afirma a elDiario.es que va a presentar un recurso de casación ante la Audiencia Nacional, aunque indica que no puede hacer más valoraciones en lo que respecta al caso de su representado. Por tanto, mientras el procedimiento siga su curso, este migrante argelino no se encuentra en situación administrativa irregular. Puede continuar viajando hacia otros destinos, mayoritariamente Francia, en el caso de los ciudadanos argelinos.