Alegría, nervios y lágrimas en el regreso de los presos palestinos liberados por Israel tras el acuerdo con Hamás

Francesca Cicardi

Ramalá (Cisjordania) —
13 de octubre de 2025 11:18 h

0

Tras la entrega de todos los rehenes israelíes vivos, 20 en total, y su llegada a Israel, las autoridades israelíes han empezado a trasladar a los presos palestinos para su liberación en diferentes puntos establecidos, según el destino final de cada uno de los detenidos y prisioneros, que son 1.968. Varios autobuses han salido de la prisión de Ofer a las 12.00 hora local (11.00 de España). Dos se han dirigido a Ramalá, donde los esperaban sus familiares desde primera hora de la mañana.

Entre gritos de nerviosismo y vítores de alegría, unos 90 presos palestinos originarios de la Cisjordania ocupada han sido recibidos en el Palacio Cultural de Ramalá, adonde han llegado en autobuses del Comité Internacional de la Cruz Roja.

La mayoría tenían aspecto demacrado, pero sonrientes y levantado los dedos haciendo el símbolo de la victoria mientras han sido recibidos por la muchedumbre que no podía contener la emoción y algunos llevados en volandas. Los más mayores y en condiciones de salud peores, han sido trasladados en sillas de ruedas. A todos se les ha colocado una kufiya en los hombros como símbolo de la resistencia palestina.

Muchos de los parientes han roto a llorar de alegría cuando han visto a sus seres queridos bajar de los autobuses, después de una o dos décadas encarcelados; pero otros han llorado por la decepción y el dolor al descubrir que finalmente no estaban entre los presos liberados. Hasta el último momento no había certeza sobre quiénes serían liberados y quiénes traídos a Ramalá o llevados a la frontera con Egipto para ser deportados.

Una de las familias que se ha marchado llorando ha sido la de Murad Abu Al Rob, que después de más de 20 años encarcelado ha sido deportado fuera de Palestina. Su hermana Aida, de 35 años, se ha derrumbado al saber que no podría abrazar a su hermano, en prisión desde la Segunda Intifada. Dos horas antes, hablaba con elDiario.es convencida de que se reencontraría con él: “Es muy bonito pero también muy difícil. Mi padre murió hace dos años y no puede estar aquí para recibir a mi hermano, le esperó durante tanto tiempo...”. Su sobrina de tan sólo seis años esperaba también a su tío Murad, al que no conoce y, para la ocasión, vestía el vestido tradicional palestino.

Aida decía a este periódico que hace dos días el ejército israelí acudió a casa de la familia para advertirles de que no celebraran la liberación de Murad. Sin embargo, afirmaba estar feliz si podían, al menos, volver con él a la vivienda familiar de Ramalá y estar todos juntos por primera vez en casi 21 años. El Ejército ha repetido esta advertencia hasta el último minuto antes de la liberación de los presos.

Por otra parte, los poco más de 1.700 detenidos por las fuerzas israelíes durante la guerra de Gaza van a ser llevados de vuelta a la Franja, donde les esperan los equipos médicos locales, ya que se prevé que hayan sufrido malos tratos y sus condiciones de salud sean malas, según otros detenidos que han sido liberados anteriormente.  

También son llevados a Gaza los 154 presos que serán deportados (la mayoría condenados a cadena perpetua y considerados “peligrosos” por Israel) y, desde allí, serán entregados a Egipto, que los recibirá en el marcó del acuerdo sellado la semana pasada con la mediación de El Cairo, además de Qatar, Turquía y Estados Unidos.

Para concluir la primera fase del acuerdo y el intercambio de rehenes por presos, Hamás tiene que entregar los cuerpos de 28 rehenes fallecidos, casi todos de nacionalidad israelí, pero también algunos migrantes que trabajaban en el sur de Israel cuando fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023. Por cada cuerpo que Hamás entregue, Israel tendrá que devolver a más de una decena de palestinos muertos, cuyos cuerpos están en manos de las fuerzas israelíes.

Los números de este intercambio muestran la diferencia entre el valor de la vida de los palestinos y la de los israelíes. En total, Israel ha asesinado en Gaza a más de 67.000 gazatíes en los pasados dos años, en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que los milicianos mataron a unas 1.200 personas en el sur de Israel y secuestraron a otras 250. Los 20 rehenes que han sido liberados hoy eran los últimos que quedaban en cautividad desde entonces.