Más de una decena de manifestantes israelíes han subido al tejado de la Biblioteca Nacional, en Jerusalén, y otros han prendido fuego a contenedores de basura y neumáticos cerca de la residencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, para protestar por la negativa del mandatario a negociar con Hamás un acuerdo que permita la liberación de los casi 50 rehenes que permanecen en Gaza.
Las protestas forman parte de las movilizaciones convocadas por familiares de los cautivos y otros grupos que se oponen a la gestión de la guerra por parte de Netanyahu y su Gobierno ultraderechista, que ha decidido seguir adelante con la ofensiva en la Franja, después de casi 23 meses, a pesar de las multitudinarias manifestaciones en contra y en las que están participando hoy decenas de miles de personas.
Unos 13 manifestantes encaramados al edificio de la Biblioteca Nacional colgaron de su fachada dos carteles de gran tamaño con un mensaje para el primer ministro: “Los has abandonado y los has matado”, en referencia a los rehenes y a los soldados israelíes que luchan en Gaza, según las imágenes compartidas por los grupos que convocaron las protestas.
Además, medios israelíes han informado de que otros manifestantes prendieron fuego a contenedores de basura y a neumáticos cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén. Los fuegos se produjeron en los barrios de Rehavia y Givat Ram y provocaron daños a unos vehículos estacionados en la zona, según The Jerusalem Post. Según ese periódico, la Policía de Israel condenó los incendios provocados en zonas residenciales, afirmando que “el derecho a protestar no otorga el derecho a incendiar propiedades ni a causar daños económicos o sanitarios a la población”. Algunos residentes tuvieron que ser evacuados por el humo.
El primer ministro Benjamín Netanyahu ha cargado contra las decenas de miles de manifestantes que solicitan el acuerdo de liberación de los rehenes a través de un vídeo grabado en el que afirma que “han cruzado todas las líneas”. “Dicen que rodearían mi casa, la residencia del primer ministro, con un anillo de fuego, justo como las milicias fascistas”, ha dicho.
“Lo que está ocurriendo aquí es simple: no hay aplicación de la ley, y cuando no hay esta aplicación, hay una escalada”, criticó Netanyahu en un mensaje contra el sistema judicial y policial: “¿Dónde está la aplicación de la ley? No existe”, aseguraba, antes de alegar que es lo que pide la población israelí “para preservar la democracia”.
El ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, responsable de la Policía, calificó los incidentes de “terrorismo” en su canal de Telegram. “La ola de incendios provocados esta mañana cerca de la casa del primer ministro en el barrio de Rehavia cuenta con el respaldo de la fiscal general, que pretende incendiar el país”, dijo en referencia a Gali Baharav-Miara, que mantiene un pulso con el Gobierno y a quien reprocha no haber actuado contra los manifestantes.
Por su parte, el ministro israelí de Finanzas, el también extremista Bezalel Smotrich, llamó en su cuenta de X a los manifestantes como un “grupo de anarquistas” que buscan “fomentar el odio infundado y la guerra civil” . “Deben ser condenados y tratados con severidad conforme a la ley”, subrayó.
También el líder de la oposición, Yair Lapid, ha rechazado la actuación de los manifestantes, pero no ha defendido la del Gobierno: “Condeno la quema de vehículos en Jerusalén, pero condeno mucho más a un gobierno que abandona a los rehenes a su suerte en Gaza”, ha escrito en la red social X.