ACNUR intensifica sus esfuerzos para dar apoyo a los refugiados
El puesto fronterizo de Ras Adjir, entre Libia y Túnez ha alcanzado la situación más crítica desde que empezó el conflicto. ACNUR ha solicitado ayuda al Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) y a UNICEF para la mejora de las instalaciones. La población civil de Túnez, la Media Luna Roja tunecina y el ejército de Túnez han estado ofreciendo “un apoyo sin precedentes” según fuentes del organismo de la ONU que ha agradecido la disposición de las autoridades tunecinas y egipcias para ayudar a los desplazados con ayuda médica y psicosocial, y ha pedido que las fronteras permanezcan abiertas para todo aquel que quiera salir de Libia, sin discriminación por su raza o lugar de origen.
El personal de ACNUR ha informado de que miles de personas llevan hasta tres días esperando en el lado libio de la frontera para entrar al país vecino. Estas personas se ven obligadas a pasar la noche a la intemperie, soportando un frío intenso y sin ningún tipo de cobijo.
Mientras tanto en la frontera con Egipto, el Gobierno ha informado de que unas 69.000 personas habrían abandonado Libia desde el 19 de febrero. La mayoría de las personas que han atravesado la frontera son ciudadanos egipcios, habiéndose trasladado la mayor parte de ellos a otros pueblos y ciudades. Alrededor de 3.000 personas permanecen en el área de llegadas/salidas a la espera de poder acceder a un medio de transporte para poder proseguir la marcha. ACNUR ha distribuido materiales de primera necesidad y comida preparada por la Media Luna Roja egipcia.
El secretario general de Naciones Unidas , Ban Ki Moon, ha resaltado la importancia de la atención a los refugiados: “Necesitamos acciones concretas sobre el terreno para dar asistencia médica y humanitaria. El tiempo es esencial. Miles de vidas están en juego”.
En la misma línea, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Josette Sheeran, ha reconocido a la cadena británica BBC que el suministro de comida está “bajo mínimos”.
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