Aumentan las infecciones de transmisión sexual tras la pandemia

La pandemia ha supuesto dejar de diagnosticar numerosas dolencias por falta de recursos y también por no acudir a realizarse pruebas ante el miedo al covid. Las infecciones de transmisión sexual (ITS) no han sido una excepción y las cifras de contagios han caído en los últimos años. Sin embargo, la salida de la pandemia está marcando un repunte en este tipo de infecciones, hasta el punto de que la previsión es que incluso se superen los números de 2019. Más allá del infradignóstico por la situación global, ¿por qué no paran de subir los casos de sífilis, clamidia o gonorrea, sobre todo en la gente joven?

“En todos los países ha habido un bajón en la declaración de las infecciones de transmisión sexual en 2020 por falta de diagnóstico, debido a la dificultad de acceso al sistema sanitario, al miedo o a la interrupción de los programas de detección. En 2021, se ha recuperado rápidamente e incluso en algunos sitios ha habido un efecto rebote por un cambio de cultura. La pandemia ha tenido un impacto profundo en varias esferas de las personas y esta -la sexual- tampoco se libra”, detalla José Manuel Azcona, director de Planificación Estratégica del SERIS, quien pronostica que la tendencia que se está observando en casi todas las infecciones de transmisión sexual puede vaticinar un incremento acusado este año.

Un aumento que ya se venía detectando antes de la pandemia y que, tras el parón, se ha acrecentado. La causa hay que buscarla en las conductas de riesgo que se están normalizando, como prácticas sexuales sin protección o la combinación de sexo y drogas. Son conductas que se están generalizando de forma preocupante.

2021: 33 casos de gonorrea, 16 de sífilis, 66 de clamidia y 9 de VIH

Infecciones de transmisión sexual: gonorrea, clamídea, sífilis y VIH

Así, en 2021 se han detectado 33 casos de gonorrea. Al analizar los datos en el periodo 1981-2021, se observan unas cifras muy elevadas hasta el año 1992. A partir de ese momento las cifras continúan en descenso hasta el año 2005, donde se empieza a observar un aumento en la incidencia. De este modo, se ha pasado de los 0 contagios en 1996 a los 42 en 2019. En 2020 hubo 20 casos y en 2021, 33, de los que 28 fueron hombres. Por edades, la mayoría de casos se registran entre los 20 y los 35 años.

En cuanto a la sífilis, en 2021 se han detectado 16 casos, 10 en hombres y 6 en mujeres. La tendencia es similar a la gonorrea. Se observan unas cifras elevadas hasta el año 1993 y, desde entonces hasta el año 2009, se mantienen las cifras bajas con algunas oscilaciones. A partir de ahí, la incidencia se eleva.

Por otro lado, el año pasado se han detectado 66 casos de clamidia, 35 en hombres y 31 en mujeres. Al analizar los datos en el periodo 2013-2021, se observan un aumento en el número de casos cada año, a excepción del año 2020, que coincide con el primer año de pandemia COVID-19.

En lo que respecta al VIH, durante 2021 se han diagnosticado nueve casos nuevos, todos en hombres, por relaciones sexuales no protegidas: seis casos homosexuales y tres casos heterosexuales. En tres de estos nueve ellos, se diagnosticó simultáneamente sida, lo que significa que son pacientes que no han tenido percepción de estar enfermos y cuando han acudido a un centro de salud ya habían desarrollado sida.

“Si no sabes que que tienes una infección de transmisión sexual, puedes estar transmitiéndola”

La importancia del diagnóstico precoz en las infecciones de transmisión sexual

Lo que ha ocurrido con esos tres casos de sida es muy representativo de lo que está sucediendo con las infecciones de transmisión sexual. “La genta asume riesgos pero no tienen percepción de peligro y no buscan un diagnóstico. Cuando se detectan estas infecciones ha pasado mucho tiempo”.

Y es que son infecciones que, al principio, pueden ser asintomáticas o tener síntomas leves que luego desaparecen y vuelven a los meses e incluso a los años. “Si no sabes que la tienes, la enfermedad puede avanza en tu organismo sin que hagas nada y puedes estar transmitiéndola”, explica Azcona.

El perfil de las personas contagiadas suele ser gente joven. “Estamos en la época de mayor información y, sin embargo, esas cifras siguen aumentando. Desde la introducción de terapia para tratar el VIH, ha pasado a ser una enfermedad crónica y esto ha hecho que la percepción sea más laxa, nos hemos relajado”.

Tras la pandemia, los recursos disponibles han vuelto a la normalidad y contamos también con el Centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de La Rioja, “una oportunidad para facilitar la asistencia necesaria”. Es momento, para Azcona, de hacer hincapié en los programas de diagnóstico, “para cortar la cadena de transmisión” y de recordar que la principal recomendación es acudir a un centro de salud si has tenido una práctica de riesgo, tengas o no tengas síntomas.