Completos para la salvación
Ha sido una camino duro, repleto de obstáculos, pero el final ya está cerca. Para los jugadores del Logroñés la temporada está a punto de acabar, pero necesitan dar un último impulso para no acbaar muriendo justo en la orilla. Lo que ocurra con el club después ya no será responsabilidad suya, pero al menos les quedará el honor de, en las condiciones más duras imaginables, haber sido capaces de salvar la categoría.
La llegada de Osasuna B se antoja como el momento ideal para sumar tres puntos y plantarse en la cifra, inalcanzable para el resto, de 45. Para lograrlo, además, el equipo dirigido por Agustín Abadía vuelve a tener la fortuna de poder completar una convocatoria. Porque es fortuna que las lesiones no hagan mella a un grupo de jugadores que vive castigado por sus dirigentes. Ahora que ya no se pueden usar juveniles en la convocatoria, hacía más falta que nunca que la suerte acompañase. Y en el dique seco, esta semana, sólo se quedan Miguel, Santamaría y Cyril. Bajas conocidas de antelación.
Por tanto, todo está listo para que la afición pueda respirar tranquila. A priori, el rival parece propicio, al encontrarse en puesto de promoción. Pero precisamente por eso Osasuna B puede ser un peligroso animal herido. Una derrota ante los navarros sería un torpedo en la líena de flotación del Logroñés que, si los resulatdos no acompañasen, se vería demasiado cerca de nuevo tal vez no de descenso, pero sí de la promoción.
El Promesas es un equipo más complicado de lo que su clasificación asegura: la pasada jornada apabulló al Guijuelo (2-0) y, aunque llegaba de perder tres encuentros consecutivos, ahora parece tener la moral de un resucitado. La receta blanquirroja será la de siempre que el equipo juega en Las Gaunas. Los hombres de Abadía tratarán de mantener la posesión de la pelota y de buscar un gol rápido que obligue al rival a salir a por todas y dejar huecos al contragolpe. Al menos, con 16 jugadores disponibles el final de partido promete no ser tan agónico como los últimos encuentros.
Sólo un paso más y será hora de pensar en otras cosas y de exigir lo que, sin duda, la plantilla ha merecido.
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