Crece la tensión entre las dos Coreas con nuevas amenazas
La tensión crece por momentos en la península coreana. Las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur están rotas a todos los niveles, después de conocer que el régimen norcoreano estaba detrás del hundimiento del buque Cheonan, perteneciente a Corea del Sur.
Ante las medidas punitivas adoptadas ayer por el gobierno surcoreano contra el régimen vecino, el gobierno de Corea del Norte anunció que está dispuesto a cerrar la carretera que lleva al parque industrial conjunto de Kaesong, una ciudad norcoreana situada en la frontera entre ambas Coreas, si Seúl comienza a emitir propaganda en la zona, informó la agencia estatal KCNA.
La advertencia, que ya ha sido comunicada por el Ejército norcoreano al de Corea del Sur, amenaza con interrumpir el tráfico de bienes y personas hacia el complejo industrial de Kaesong, un proyecto gestionado por ambos países desde 2003 y en el que un centenar de empresas surcoreanas emplean a unos 40.000 obreros norcoreanos y a otros 1.000 de nacionalidad surcoreana.
Corea del Sur anunció el lunes que reanudaría la emisión de mensajes antinorcoreanos en la frontera que separa ambos países mediante altavoces, una medida que había suspendido hace seis años y que se ha reanudado después de que la investigación del Cheonan.
A pesar de las amenazas norcoreanas, Corea del Sur ha anunciado que seguirá adelante con las medidas punitivas contra Corea del Norte, informó este miércoles un portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, Chun Hae Sung.
En el marco de estas represalias, Corea del Sur realizará maniobras conjuntas submarinas con Estados Unidos, prohibirá que los barcos norcoreanos entren en aguas surcoreanas e interrumpirá todas las relaciones e intercambios comerciales bilaterales.
En unas breves declaraciones a los medios, Chun aseguró que Corea del Norte ya ha notificado a las autoridades surcoreanas su decisión de congelar de las relaciones en la zona desmilitarizada de Panmunjom y de suspender el comercio marítimo entre ambos países, informó la agencia estatal surcoreana Yonhap.
Reacción de la comunidad internacional
Mientras la tensión crece en la zona, la vecina China sigue llamando a la calma a las dos Coreas. El gobierno chino pide a los dos países que resuelvan sus diferencias pacíficamente, sin apoyar o condenar al régimen norcoreano de Kim Jong-il.
“Siempre hemos creído que el diálogo es mejor que la confrontación”, afirmó el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Zhang Zhijun, después de que Corea del Norte anunciara a que cortaba cualquier tipo de relación con Seúl.
Por su parte, Estados Unidos ha mostrado su apoyo a Corea del Sur y ha condenado la postura de Corea del Norte. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, declaró que la crisis creada por el hundimiento del Cheonan requiere una “respuesta firme pero mesurada” y advirtió de la necesidad de acciones “a largo plazo” que obliguen a Pyongyang a modificar su actitud.
“Por una parte está la crisis inmediata causada por el hundimiento del buque militar, que requiere una respuesta firma pero mesurada, pero por otra parte está el reto, a largo plazo de cambiar la dirección que ha tomado Corea del Norte”
, afirmó en un encuentro con la prensa durante su breve visita oficial a Corea del Sur.
En este sentido, advirtió de que toda la comunidad internacional, China incluida, debería presionar a Corea del Norte y aseguró Washington está estudiando posibles opciones para que Pyongyang rinda cuenta de sus actos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, por su parte, se he reunido con el ministro de Defensa japonés, Toshimi Kitazawa, para evaluar el posible desarrollo de los acontecimientos en la península de Corea.
Durante la reunión, que duró unos 40 minutos y se celebró en el Pentágono, Gates y Kitazawa intercambiaron puntos de vista sobre las “posibles actividades de Corea del Norte” en el fututo, indicó un funcionario del Ministerio de Defensa japonés.
Fuentes del Pentágono aseguraron que Gates había agradecido a su homólogo japonés la enérgica respuesta del Gobierno de Japón contra Corea del Norte tras el hundimiento del Cheonan.
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