Cruce de acusaciones entre PSOE y PP por el final de ETA
El final de ETA se ha colado en el centro del debate de PSOE y PP en plena campaña electoral hacía el 20N, justo la semana en la que la se cumplen dos años desde que la banda terrorista no haya cometido un asesinato, y con los ocho primeros meses de alto el fuego.
Este martes el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, criticaba en una entrevista a Radio Euskadi, la complacencia de Bidu hacía ETA, a modo de ver, de Rubalcaba la coalición una vez en el poder ha olvidado la diferencia entre víctimas y verdugos. En este sentido, ha resaltado que hasta que no entiende la diferencia, Bildu sólo será moralmente aceptable.
El cruce de acusaciones entre PSOE y PP tiene que ver con un final próximo de la banda terrorista y la probable irrupción de Bildu en el Congreso de los Diputados. El vicesecretario general del PP, Javier Arenas, ha acusado a Rubalcaba de no haber querido nunca “al cien por cien la derrota de ETA” y de haber dejado siempre “un margen para el diálogo y la negociación”. “Las políticas de paños calientes, de medias tintas y de medias verdades siempre han favorecido a los terroristas”,ha criticado.
El PP no quiere que el candidato socialista rentabilice como ex ministro del Interior el final de ETA y, al mismo tiempo, pretende imputar políticamente a Rubalcaba el hecho de que Bildu esté en las instituciones vascas y pueda acudir a las elecciones generales. Aunque su legalización sea una decisión del Tribunal Constitucional, el PP intenta que el PSOE pague precio electoral por la incómoda presencia de los abertzales en las instituciones.
Arenas ha pedido incluso al Gobierno que actúe para impedir que Bildu pueda estar presente en las generales del 20N. Rubalcaba, también en declaraciones a Radio Euskadi, calificó de “oportunistas” las voces que reclaman esa ilegalización, porque, según dijo, no depende de los gobiernos, sino de los tribunales.
Por su parte, el vicecoordinador del Comité Electoral del PSOE, Antonio Hernando, ha contestado a Arenas, “en el fondo, lo que le pasa a Javier Arenas es que le molesta que ETA esté en las últimas gracias a la política y a la acción de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior”.
En su opinión, se trata de “la primera gran vileza de esta campaña al poner en duda la determinación de Alfredo Pérez Rubalcaba y del Gobierno de Zapatero de derrotar de una vez y para siempre a la banda terrorista ETA”. Hernando sostiene que el problema de Arenas, compartido “con Mayor Oreja y otros dirigentes del PP” es que “nunca han querido que Rubalcaba y el Gobierno socialista acabasen con ETA, porque los asesinos le han servido al PP para tener un elemento más de campaña y de oposición al Gobierno socialista”.
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