El año pasado se tramitaron 45 sanciones a instalaciones industriales en La Rioja
El director general de Innovación, Trabajo, Industria y Comercio, Julio Herreros, ha explicado esta mañana que el Gobierno de La Rioja han inspeccionado 3.875 equipos e instalaciones en 2017 para mejorar la seguridad, prevenir riesgos y garantizar las condiciones de los trabajadores, instalaciones y de las personas en general.
Todas estas inspecciones se enmarcan en el Plan de Actuación en Seguridad Industrial del Gobierno de La Rioja “que persigue garantizar la seguridad y la competitividad”, y ha incidido en que “es necesario un correcto mantenimiento de las instalaciones y equipos industriales para prevenir riesgos y asegurar las condiciones de los trabajadores, instalaciones y de las personas en general”.
Herreros ha hecho hincapié en que los equipos e instalaciones bien conservados tienen mejor rendimiento y ahorran dinero en el coste de su funcionamiento tanto en industrias como en instalaciones particulares, de comunidades de propietarios o públicas. Además, extienden su vida útil por lo que también generan menor gasto en la sustitución de los mismos, lo que redunda positivamente en su competitividad.
Concretamente, en 2017 se han realizado 3.875 inspecciones periódicas. Las más numerosas han sido las de los ascensores que aglutinan el 65% del total (2.465 inspecciones); seguido de las inspecciones a instalaciones de alta tensión, es decir, transformadores y líneas de alta tensión, que supusieron el 16,54% del total y las de baja tensión (10,22%). El resto de inspecciones se hicieron a equipos a presión, como calderas de vapor e instalaciones de calefacción y refrigeración, entre otras. Estas actuaciones se llevan a cabo con la colaboración de los organismos de control y empresas instaladoras autorizadas.
La gran mayoría de las inspecciones obtiene resultado favorable o favorable con deficiencias leves. Así ha sido en el 96,15% de las revisiones de ascensores; en el 90% de las inspecciones de alta tensión; en el 92,9% de los equipos de calefacción y refrigeración y en el 96% de los equipos a presión. En el caso de las instalaciones de baja tensión, el 65,6% han finalizado con informe favorable.
En total, en 2017 se han tramitado 45 expedientes sancionadores, lo que supone tan solo el 1,16% de las inspecciones realizadas. Además, de los 45 expedientes iniciados, dos han terminado finalmente en sanción puesto que en el transcurso de la tramitación se ha subsanado la causa o defecto origen de la sanción. Estas dos sanciones han tenido una cuantía total de 9.000 euros.
En el caso concreto de los ascensores, que ha centrado el 65% del total de estas actuaciones, cabe destacar que los organismos de control habilitados han llevado a cabo 2.465 inspecciones, el 96,15% fueron favorables, de los cuales el 12,7% fueron favorables con defectos leves, lo que permite que la instalación se mantenga en servicio hasta la siguiente inspección. En el 3,81% de los casos el resultado ha estado condicionado, es decir, que presenta defectos graves que deben corregirse en un plazo inferior a seis meses, y requieren una nueva revisión para comprobar la subsanación de las deficiencias. Tan solo una instalación la revisión fue negativa lo que conlleva la parada inmediata del ascensor.
Entre las deficiencias más habituales se encuentran los defectos relacionados con el sistema de comunicación bidireccional existente en la cabina del ascensor (importante en los casos en los que el ascensor se queda parado con gente dentro, pues permite contactar con la empresa que hace el rescate); con la barandilla de techo de cabina; en los dispositivos que permiten realizar la maniobra de emergencia, en los cables que presentan roturas de hilos y han de ser cambiados o falta protección de las piezas giratorias accesibles de la maquinara del ascensor (importante para la seguridad de los operarios que realizan el mantenimiento).
Actualmente La Rioja cuenta con 9.707 ascensores activos, 105 corresponden al ámbito industrial, 1.094 de uso público y 8.508 dentro del ámbito residencial. Los ascensores han de ser inspeccionados con una periodicidad determinada, en función del tipo de edificio donde estén instalados. Así, los edificios industriales y lugares de pública concurrencia (tales como hoteles, centros de enseñanza, hospitales, edificios administrativos…), deben revisarse cada 2 años; los edificios residenciales de más de 20 viviendas o con más de 4 plantas servidas, se revisan cada 4 años y el resto, cada 6 años.
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