El atrapado en la Biblioteca de La Rioja que mantuvo a todos en vilo en Halloween
Todo comenzó cuando el community manager de la Biblioteca de La Rioja, el encargado de llevar sus redes sociales, se quedó encerrado en sus instalaciones durante la noche de Halloween, lo que desencadenó todo un hilo en Twitter que tuvo a todos sus lectores en vilo.
A partir de ahí, se desencadenaron una serie de hechos propios de una película de miedo: el teléfono suena desde la conserjería pero nadie responde, los nervios llevan al community a escribir desde el Twitter de la Biblioteca en lugar de desde el suyo, no logra encontrar al vigilante pero sí que encuentra un bote con “algún tipo de ungüento” en su taquilla...
Y entre todos estos sucesos, una pista: “He dejado todo sin recoger. El diario de Bartual abierto en la última página”. ¿Puede que se trate de un hilo ficticio como el que creó el dibujante Manuel Bartual este verano que mantuvo enganchadas a cientos de miles de personas? Habrá que seguir leyendo.
Al oír un ruido que viene de la Sala de Préstamo de la Biblioteca, el community decide acudir allí, donde se encuentra finalmente al vigilante...pero no como él esperaba.
El vigilante estaba de rodillas frente a uno de los estantes, rodeado de libros, como sonámbulo, y murmurando una palabra una y otra vez: 'Etsai'.
El vigilante, que tiene un pequeño tatuaje en el cuello, con forma similar a una estrella, no recuerda nada de lo sucedido en la Sala de Préstamo y, además, no lleva las llaves encima. Las ha dejado en el cuarto de vigilancia, en la otra punta de la biblioteca. Deciden que él vaya a por ellas mientras nuestro protagonista se queda en el vestíbulo. Intenta llamar a varios teléfonos pero nadie contesta, no puede abrir las ventanas, pasa media hora y el vigilante no vuelve...
De repente, el teléfono suena desde la Sala de Vigilancia pero sólo se oye una palabra: 'Etsai, etsai'. Cuelga, y entonces oye un fuerte golpe que viene de los baños en la primera planta. Acude allí y algo sucede en su interior...
El vigilante ha perdido las llaves, dice. “Nadie vendrá a ayudarnos”, asegura, al tiempo que le pregunta qué vio en el aseo. El community recuerda:
Una noche en la Biblioteca de La Rioja:
“Gaua gauekoentzat, Etsai”, recuerdo. Eso fue lo que susurró “aquello” en el aseo, entre el croar de cientos de sapos gordos, repulsivos… Le he dicho que no soy capaz de describir lo que he visto. Solo que nunca, jamás, he sentido tanto terror.
Nuestro protagonista se queda dormido en el cuarto de vigilancia y se despierta con un olor pestilente. Ve al vigilante por las cámaras de seguridad entrar en la sala de Fondo Antiguo de la Biblioteca con sus llaves. No puede salir de allí, está encerrado, y ve en las cámaras sombras de mucha gente. Percibe una música hipnótica...y no es consciente de nada más.
En el siguiente tuit son las 7:15 de la mañana y el vigilante del nuevo turno le despierta. Está en la sala de Fondo Antiguo. Le cuenta que el sistema de seguridad ha sufrido un fallo por la noche y que su compañero estaba “raro” esta mañana y se ha pedido vacaciones. El community no recuerda nada, pero percibe el olor de nuevo...saliendo de él. Descubre una marca en su oreja izquierda. La cuenta de Twitter de la Biblioteca anuncia que permanecerá inactiva hasta nuevo aviso.
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