El “educador ambulante” descubre los valores de Cebollera
La primavera es uno de los mejores momentos del año para disfrutar de los espacios naturales de La Rioja y conocer todos sus valores ambientales. Por eso, desde el Gobierno de La Rioja se está apostando por mantener una oferta de actividades de educación y sensibilización ambiental adaptada a las restricciones sanitarias vigentes en cada momento.
En este contexto, a partir de este sábado el Parque Natural va a incorporar a algunos de los enclaves más representativos de Cebollera la figura del “educador ambulante”. Así, cada fin de semana en una zona determinada del parque, un educador ambiental estará durante la mañana atendiendo a los visitantes que lo deseen, en grupos de un máximo de cinco personas, y proponiéndoles actividades y dinámicas, de 15-20 minutos de duración, que les ayuden a descubrir algunos de los valores naturales del parque, al tiempo que les ofrecerá diferentes alternativas de recorridos y de actividades que el grupo podrá seguir realizando por la zona de forma autónoma en función de sus intereses específicos.
El “educador ambulante” arrancará este sábado con la invitación a adentrarse en la “Trastemporancia” de Cebollera, un viaje desde los glaciares del cuaternario a los bosques actuales. El educador estará esperando a quienes quieran conocer un poco más la historia de este espacio desde las 10:00 hasta las 13:45 horas en el recorrido del sendero de las Cascadas, en el tramo que va desde que se abandona la pista forestal hasta pasada la majada de las Disecadas. Los orígenes del canchal, de la propia majada y el cambio de nivel de vegetación del pinar al hayedo serán algunos de los hitos que el educador interpretará con los diferentes grupos que se encuentre a lo largo del sendero y quieran participar.
En las próximas semanas, el “educador ambulante” recorrerá otros senderos del parque con nuevas propuestas temáticas con la idea de fomentar la participación del público, ofrecerle información y conocimientos sobre los recursos de la zona y estimular su implicación en la conservación de la biodiversidad. Los grupos que se formen serán de un máximo de cinco personas más el educador ambiental. Todos los participantes deberán llevar mascarilla y mantener en todo momento la distancia de seguridad y las medidas preventivas que recomiendan las autoridades sanitarias.
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