El lado humanitario de Berlusconi

El presidente italiano Silvio Berlusconi ha justificado su política de inmigración, la cual ha sido muy criticada por grupos de derechos humanos y la propia organización de Naciones Unidas, asegurando que es más humanitario devolver a los inmigrantes a Libia que dejarlos permanecer en Italia. Para el mandatario, los centros de atención a los inmigrantes de Italia son comparables a los campos de concentración. “Creo que es mucho más fácil (...) examinar situaciones individuales en el país de origen, de otro modo vienen para aquí y van a un campamento el cual, no debería estar diciendo esto, es muy similar a un campo de concentración”, declaró Berlusconi.

Las medidas de Berlusconi para evitar la inmigración no terminan con el desvío de los inmigrantes interceptados en el mar de vuelta a Libia. La política del presidente italiano ha convertido al inmigrante en situación irregular en un criminal perseguido por la ley. Además, el mandatario planea duplicar el número de campamentos de detención para inmigrantes, llegando a 20, y los ha renombrado “Centros de Identificación y Expulsión”. Por su parte, la Cámara Baja italiana se ha encargado de aprobar un proyecto que triplica la cantidad de tiempo que los inmigrantes pueden permanecer detenidos en este tipo de centros.

La nueva política tomada por el gobierno de Berlusconi ha sido cuestionada y criticada desde diversos grupos y organizaciones. La agencia de refugiados de Naciones Unidas tacha la deportación de inmigrantes a Libia de violar directamente las convenciones internacionales sobre los derechos a quienes buscan asilo. Grupos de ayuda humanitaria han denunciado las malas condiciones higiénicas y, en algunos casos, abusos policiales en los centros de inmigrantes.

Con respecto a las malas condiciones de los centros para los inmigrantes, destaca el caso de la isla italiana de Lampedusa, donde según un informe de la Red Euro-mediterránea de Derechos del Hombre (REMDH) los inmigrantes y los demandantes de asilo que han llegado a la isla, desde el inicio de 2009, son víctimas de numerosas irregularidades. Sin embargo, el partido de la Liga Norte, socios de gobierno de Berlusconi, cree que la isla se está convirtiendo en un “hotel de cinco estrellas”.

Las mujeres también se convierten en víctimas de estas políticas migratorias. Según denuncia la Casa Internacional de la Mujer en Roma, las mujeres inmigrantes sufren en Italia explotación y discriminación por estas nuevas políticas, que fomentan la violencia y la crueldad.