El lugar donde se cruza la Vía de Agripa y el Camino de Santiago
El entorno rural es uno de los mejores planes para este verano. Si además el destino se encuentra cerca del mar, suma todos los atractivos para una buena escapada estival. Es el caso del municipio cántabro de Camargo, ubicado en la bahía de Santander. Un lugar en el que, entre grandes dosis de naturaleza e historia, convergen además dos de las principales rutas históricas de la península: la Vía de Agripa y el Camino de Santiago.
Es el fruto de la presencia continuada de seres humanos en este territorio desde hace miles de años lo que ha hecho que se haya convertido en un lugar de paso y de peregrinación constante a lo largo de los siglos.
La Vía de Agripa transcurre en buena parte de su recorrido por Camargo. El recorrido es toda una joya desde el punto de vista cultural y antropológico. Desde el Alto de la Morcilla, en las inmediaciones de la Ermita de Santiago, hasta el Pozón de la Dolores por el Alto del Churri o la iglesia de San Pantaleón, pasando además junto a la Cueva del Pendo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se cree que es el camino que construyeron y utilizaron los romanos en la época del General Agripa y de las Guerras Cántabras, de ahí su nombre. La ruta constituye un auténtico tesoro del patrimonio cultural y natural del norte de España, con un importante valor histórico por ese pasado romano. Siglos más tarde se constituyó en este mismo trazado la ruta jacobea durante la Edad Media, cuando todavía no se podía llegar a Santiago de Compostela atravesando la Bahía en barca. Después se transformó en el Camino Real desde Laredo hasta Santillana.
Ese trazado del Camino de Santiago arranca también en la Venta de La Morcilla, el mismo punto en el que entra en Carmgo la Vía de Agripa. Es el itinerario que reocrrían los antiguos peregrinos que no querían exponerse a los peligros del mar cruzando la bahía en barca y preferían atravesar Camardo de sur a norte antes de llegar a Santander.
El trazado continúa por la Ermita de Santiago, la Ermita de la Virgen del Carmen de Revilla, donde se encuentra la patrona de Camargo, y la iglesia de San Julián en Herrera. Además del valor histórico, este recorrido ofrece un amplio abanico de especies naturales. Se recorre también una zona industrial y se transita junto al yacimiento arqueológico de La Verde.
En definitiva, dos rutas de interior que fueron en su día importantes vías de penetración en la península, de romanos la primera y de peregrinos la segunda.
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