El presidente del Gobierno viaja hoy a L'Aquila para participar en el G-8
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se desplaza hoy a la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia para participar por primera vez en una cumbre del G-8 y para inaugurar ya el viernes la sesión dedicada a la seguridad alimentaria.
Este tema genera una particular satisfacción en el Ejecutivo, que ve en la invitación a esta cita un “reconocimiento explícito” de la labor realizada por España en esta materia y de su “liderazgo”.
Zapatero ha sido invitado por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anfitrión de la cumbre en su calidad de presidente de turno del G-8, a abrir junto al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la sesión de trabajo dedicada a la seguridad alimentaria en la que participarán los países del G-8, así como los principales países en vías de desarrollo y varios países africanos, junto con los principales organismos internacionales en esta materia.
Además, de esta intervención, el presidente del Gobierno participará esta tarde en la reunión de coordinación de los países europeos del G-8 (Italia, Reino Unido, Francia y Alemania) junto con Países Bajos y Dinamarca, así como Turquía, convocada por Berlusconi con el fin de informar sobre lo debatido hoy en la cumbre propiamente dicha del G-8 y coordinar posiciones de cara al resto de asuntos a tratar en el resto de sesiones.
Por la noche, Zapatero asistirá a la cena organizada por el presidente italiano, Giorgio Napolitano en honor de todos los asistentes a la cumbre del G-8, que en esta ocasión serán un total de 39 países que representan al 90% de la economía mundial.
En esta cita estarán los ocho integrantes del G-8 (Italia, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón y Rusia) junto a los países del G-5 (Brasil, México, Sudáfrica, China e India); Egipto; los países del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Cambio Climático (Australia, Corea del Sur, Indonesia y Dinamarca); algunos países africanos (Angola, Argelia, Nigeria, Senegal, Etiopía); el presidente de turno de la Unión Africana (UA), cargo que actualmente ocupa el dirigente libio, Muamar Gadafi, y tres países invitados, que son España, Países Bajos y Turquía.
PRIMERA CUMBRE PARA ESPAÑA
Desde el Gobierno se subraya que ésta es la primera vez que se ha invitado a España en su calidad de país a una cumbre del G-8, puesto que a la cumbre de 2002 en Canadá asistió el ex presidente del Gobierno José María Aznar en su calidad de presidente de turno de la Unión Europea en aquellos momentos --la presidencia de turno europea acude a todas las cumbres y participa desde la cena de trabajo que mantienen los países del G-8 el primer día--.
Pero particularmente se hace hincapié en el hecho de que Zapatero vaya a abrir la sesión sobre seguridad alimentaria. En opinión de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, esto supone “el reconocimiento explícito de la comunidad internacional del liderazgo del Gobierno español para que se mantenga el interés” sobre la cuestión de la seguridad alimentaria.
Para la secretaria de Estado, es “una satisfacción muy importante que el tema estrella de la cumbre sea la seguridad alimentaria porque llevamos trabajando en los últimos años para que vuelva a la agenda internacional tras más de 20 años de ausencia”. Asimismo, también se mostró muy satisfecha del hecho de que en la cita “no todo sea reforma del sistema financiero y consecuencias de la crisis en los países desarrollados”.
COMPROMISOS DE ESPAÑA
Rodríguez recordó que desde la cumbre de seguridad alimentaria organizada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma el año pasado, España ha venido trabajando junto con la ONU y BAN para “mantener este tema en la agenda” y prueba de ello es la reunión de alto nivel que se celebró a principios de año en Madrid y en la que Zapatero anunció que España dedicará 1.000 millones en los próximos cinco años de su Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a apoyar políticas públicas dirigidas a la agricultura, el desarrollo rual, la seguridad alimentaria y la nutrición.
“España ya ha hecho su aportación y pensamos que ahora tienen que dar el paso otros”, afirmó la secretaria de Estado, que se mostró confiada en que Estados Unidos, que “va en la línea de lo que ha estado trabajando España con BAN”, anunciará una aportación importante --se habla de 4.000 millones de dólares-- y es probable que otros países también lo hagan. Ayer, Berlusconi adelantó que espera que se lance un fondo para combatir el hambre en el mundo de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares en esta cumbre.
Asimismo, la secretaria de Estado aseguró que el Gobierno cumplirá con su compromiso de 200 millones anuales este año e incidió en la importancia de que los países trabajen para cumplir con el compromiso alcanzado en Madrid de hacer que la AOD destinada a proyectos agrícolas y de desarrollo, que en los 1980 era de entre el 18 y el 20% y en 2005 había caído al 3%, se sitúe en los próximos cinco años en el 10%.
ENCUENTROS BILATERALES
Por otra parte, Zapatero tiene previsto mantener una serie de encuentros bilaterales aprovechando su presencia en L'Aquila. Según Moncloa, el presidente del Gobierno tiene previsto reunirse con el primer ministro sueco, Fredrik Reindfelt, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea este semestre y cederá el testigo a España en la primera mitad de 2009. Este encuentro tuvo que ser aplazado durante el pasado Consejo Europeo del pasado 19 de junio debido al atentado de ETA en Arrigorriaga en el que murió el inspector de la Policía Nacional Eduardo Antonio Puelles.
Asimismo, Zapatero prevé mantener un encuentro con el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, a petición de éste, al igual que con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, cuyo país asumirá el próximo año la presidencia del G-8 y con el que la UE espera firmar un acuerdo previsiblemente el próximo año.
Por último, el presidente del Gobierno se reunirá con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, también a petición de éste. El encuentro se producirá tan días después de la histórica cumbre mantenida en Moscú entre Medvedev y el presidente estadounidene, Barack Obama.
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