Enero inmaculado para la UDL
Enero mágico para una UDL que ha encontrado la pócima para encadenar tres victorias (Racing de Santander, Cultural Durango y Barakaldo), mostrar sus credenciales para estar entre los cuatro primeros y evidenciar que la plantilla, a pesar de las interminables ausencias por lesión (Arnedo, Paredes, Olaetxea, Santamaría, César Remón y Ander Vitoria), está capacitada para resolver cuando todo puede estar en contra. Vuelve este conjunto blanquirrojo a jugar al límite. Si tras un comienzo horrible de temporada, no le tocó otra que apostar por la intensidad, la velocidad y un juego más directo, ahora recupera esa sensación de ir hasta la extenuación con los justos.
El último en caer fue Ander Vitoria, que regresaba a Lasesarre. El delantero dejó su lugar a Marcos André. No había otra opción. Pero es que en el once estaba también Rubén Martínez y ambos ya terminaron tocados el domingo anterior. Se unió para la causa Ñoño, que fue fundamental. Una arrancada suya propició una contra que culminó Rubén Martínez, el cual parece quitarse el mal fario de no acertar. Algo parecido a lo que le ocurrió ante la Cultural Durango a Víctor López. Pese a estar con todo a favor, marcador (0-1) y jugar con superioridad numérica no resultó una victoria plácida. Ni mucho menos. El Barakaldo apretó, jugó sus bazas y hubo emoción hasta el pitido final. Dicen que cuando se sufren se da más valor a lo logrado.
La UDL se dejó notar en Lasesarre. Supo, durante 25 minutos, mandar sobre Lasesarre. Lo hizo con precauciones, por lo que no se vio a un conjunto blanquirrojo desmelenado generando mil y una ocasiones ante un Viorel desbordado por los acontecimientos. No. Era un partido de ajedrez entre dos combinados que apuestan por la solidez defensiva, ahí están los números. Por lo tanto, se previa un choque equilibrado. Así fue. Los riojanos impedían a los fabriles dirigir sus golpeos y manejaban con criterio hasta llegar a tres cuartas partes del campo. Ahí, como de costumbre, costaba generar.
Y eso que en esas aproximaciones de los visitantes, Marcos André, el cual acusó como era lógico falta de ritmo competitivo, no llegó en una buena acción en la que también intervino Víctor López. Estaba bien posicionada una UDL que quería mandar sobre el césped con Andy y Salvador para buscar rápidamente a Víctor López y el delantero brasileño al espacio. Además, Iñaki era una referencia por la izquierda mientras que Rubén Martínez abusaba de meterse por dentro. Sin embargo, tras una falta directa de Iñaki, a las manos de Viorel, el Barakaldo empezó a soltarse.
Carles Marc lideraba en la medular, mientras que Antonio Sánchez y Jurgi entraban en contacto con el cuero dando frescura al ataque de los de Aitor Larrazabal. Así, llegó un pase a la espalda de Flaño que Villacañas aprovechó para presentarse ante Miguel. Su tiro fue bloqueado por la mano del capitán, pero el cuero iba dirección a portería y Bobadilla despejó sobre la línea.
Una acción que animó a los locales. La UDL, quizá porque vio las orejas al lobo, guardó más la ropa. Ya no salía tanto a la presión y el Barakaldo fue ganando metros. Como sucediera en una falta que hizo Andy. El golpeo fue preciso -los riojanos desperdiciaron varias acciones a balón parado por ejecutarlas mal- para que Flaño sólo pudiera peinar habilitando a Erik en un remate franco de cabeza que mandó al limbo con todo a favor.
La euforia de los minutos finales del primer período provocó que el Barakaldo saliera valiente y decidido tras el paso por los vestuarios. Eso le pasó factura dejando espacios, puesto que Víctor López pudo correr y retar a Viorel, aunque su tiro cruzado no pasó a mayores. Pero era un aviso de lo que podía ocurrir. En este sentido, la UDL comenzó a sentirse más templada. En una falta bien puesta por Salvador, Andy no acertó a dirigir un remate franco.
Y vino uno de los puntos clave del duelo, como fue la expulsión de Royo por doble amarilla. Sergio Rodríguez lo vio claro. Iñaki pasaba al lateral para que Ñoño fuera clave en el devenir del choque. No en vano, el andaluz resultó determinante para fabricar el 0-1. Todo se inició de un córner a favor del Barakaldo, despeje, carrerón de Ñoño que supo darle la pausa para abrir a la derecha para que Víctor López asistiera a Rubén Martínez, que apareciendo por la izquierda, superaba a Viorel cruzando el esférico.
La UDL lo tenía en el bolsillo. Control y paciencia con la pelota, además de seguridad defensiva. El Barakaldo se la jugaba y apostaba por un juego más directo. Las ocasiones locales no llegaban y sólo en la estrategia se podía equilibrar la contienda. Los riojanos no terminaban de hacerse con la pelota, mientras que el conjunto anfitrión empujaba aunque sin que Miguel tuviera que erigirse en protagonista.
El preparador logroñés hacía debutar a Ousama por un fatigado Víctor López en aras de continuar con la idea de poder sentenciar a la contra. Y el futbolista del filial estuvo a punto de poner la guinda. Sin embargo, en los minutos finales vino la tensión porque el Barakaldo insistía pese a la inferioridad. De hecho, Villacañas le dio emoción en el tiempo añadido y ya en el minuto 93 los locales disfrutaron de un último saque de esquina mal ejecutada por Sergio García y que Marcos André no llegó a despejar en primera instancia.
Segundos después vendría el pitido final y la tercera victoria consecutiva de un enero hasta el momento mágico con 3 triunfos por la mínima y sin encajar. Además, el regreso a los puestos de fase de ascenso tras la derrota del Oviedo B en casa del Langreo. Cierto que esa cuarta posición es por un gol ya que el Leioa se queda 5º con los mismos puntos que los riojanos (+7 en el golaveraje general por el +6 de los vascos). Y la segunda posición, Mirandés y Barakaldo (40 puntos) ya sólo está a 3 puntos.
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