España aprueba con nota
España logró en Pekín sus mejores Juegos Olímpicos desde Barcelona 1992 con cinco oros, pese a que se despidió en blanco en el atletismo y la natación y se quedó a la puerta de los metales en las cinco ocasiones en que ocupó el frustrante cuarto puesto.
El equipo cerró la última jornada con dos metales, plata en baloncesto y bronce en balonmano, para elevar el medallero a 18 y situarse en el décimo cuarto lugar del la clasificación por países, seis más que en Atenas. Además de las medallas, los diplomas olímpicos (del cuarto al octavo lugar) suman 35.
Con los cinco oros, las diez platas y los tres bronces, España cumplió en Pekín su segunda mejor actuación olímpica, sólo superada por Barcelona 92, donde la cosecha dorada ascendió a 13 metales para un total de 22. En Atlanta, sumó 17 metales, cinco de oro. En Atenas, 19 en total pero con tres oros.
Los héroes de Pekín han sido los cinco medallistas de oro: los ciclistas Samuel Sánchez (fondo en carretera) y Joan Llaneras (puntuación), Rafael Nadal (tenis), Fernando Echavarri y Antón Paz (vela) y Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial (K2 500 metros).
Joan Llaneras cerró su ciclo deportivo de la mejor manera posible. Con su oro en persecución y su plata en madison, se convirtió en el mejor deportista olímpico español de la historia, con cuatro metales, dos de ellos de oro.
Llaneras igualó en número de medallas a Arantxa Sánchez Vicario, pero la ex tenista no tiene ningún oro. También David Cal superó a Arantxa, ya que con las dos platas de Pekín acumuló cuatro metales, uno de ellos de oro, los C-1000 metros de Atenas.
Joan Llaneras y el gimnasta Gustavo Deferr, plata en suelo, son los únicos españoles que han obtenido medallas en tres Juegos Olímpicos consecutivos.
Nadal ratificó en Pekín su año mágico: Roland Garros, Wimbledon y el título olímpico en los días en que desplazó a Roger Federer como número uno del mundo.
El baloncesto cumplió un torneo impecable, pero se tropezó dos veces con una fortaleza inexpugnable: Estados Unidos. Perdieron en la fase de grupos y volvieron a caer en la final, en esta ocasión por 118-107. Otra plata dramática fue la de hockey . De nuevo Alemania, con 1-0 en la final, se cruzó en el camino al oro.
El balonmano cerró el torneo con un bronce, en un homenaje al portero David Barrufet, que se despide de la selección después de haber sido uno de sus más sólidos pilares en la última década.
Los regatistas Iker Martínez y Xabier Fernández lucharon por el oro de la clase 49er en las aguas y en los despachos, pero el título se lo llevaron los daneses. De los cinco cuartos, el más clamoroso fue el del triatleta ferrolano Javier Gómez Noya. Pocas pruebas tenían un favorito más claro. Incluso sus rivales reconocían que era prácticamente invencible. No pudo ser.
El atletismo y la natación, con la excepción de las dos platas de la sincronizada, pasaron por Pekín con pena y ninguna gloria.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, dijo que las medallas logradas reflejan que “el deporte español ha progresado” y destacó “el espíritu que ha tenido el equipo y el apoyo que se han dado todos los deportistas”.
“El número de medallas, con dos oros más que en Atenas, quiere decir que el deporte español ha progresado. No es comparable el número de medallas ganadas en Atenas a las de Pekín por la espectacular actuación de China, que ha hecho desplazarse a otros países en el medallero”, comentó.
Blanco manifestó que el balance es “superpositivo” y “ha ganado una medalla por el espíritu de equipo que ha tenido y por el apoyo que se han dado todos los deportistas”. El presidente del COE tuvo una mención especial para deportistas como Paquillo, Javier Gómez Noya, Marta Domínguez o Isabel Fernández.
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