Las cuentas no salen en la empresa pública de Valdezcaray. Las condiciones meteorológicas que deja el cambio climático están dificultando mucho la práctica del esquí, lo que se suma a que se trata de una actividad muy estacional que no puede desarrollarse durante todo el año. Y los datos lo confirman: las cuentas del ejercicio 2023 confirman unas pérdidas de 1,2 millones de euros.
En el ejercicio 2023, que incluye parte de la temporada 2022/23 y de la temporada 2023/24, la empresa pública perdió 1.216.920,58 euros. Incluso sin tener en cuenta las amortizaciones, que alcanzaron los 649.439,77 euros, los gastos corrientes de la empresa pública superaron a los ingresos, con un EDITDA (beneficio bruto) negativo en 567.480,81 euros. Como señala una auditoría externa, publicada en la web de la entidad, los resultados negativos son recurrentes y, de hecho, en 2022 fueron superiores y las pérdidas del ejercicio alcanzaron los 1.889.946,26 euros.
Si extendemos la mirada hasta 2018, el último año del que se han publicado las cuentas en la parte de transparencia de la web de Valdezcaray, las pérdidas no bajan del medio millón de euros. En 2018 las cuentas arrojaron un resultado negativo en 446.326 euros, que en 2019 subió hasta los 534.084 euros. A partir de entonces, cada año las pérdidas han superado el millón de euros, 1.690.860,97 euros en 2020 y 1.239.185,78 euros en 2021 (años ligados a la pandemia de covid). En total, las pérdidas de Valdezcaray en seis ejercicios superan los 7 millones de euros.
La auditoría, encargada por el Gobierno de La Rioja para los ejercicios 2023, 2024 y 2025, confirma que la “la Sociedad presenta de forma recurrente unos resultados negativos significativos, incluso a nivel de explotación, circunstancia que podría suponer un riesgo para la capacidad de continuar con la actividad”. Además, analiza los riesgos en función “de la titularidad pública autonómica de la sociedad y de la riqueza que genera para su comarca”, lo que permite a la sociedad “tener acceso a la financiación mediante continuas aportaciones de capital realizadas por el Gobierno de La Rioja, necesarias para el restablecimiento del equilibrio patrimonial de la sociedad”, según explica este informe.
La auditoría determina como los riesgos de la sociedad que la actividad se caracteriza por la estacionalidad del servicio prestado (estación de esquí), que supone los meses entre diciembre y abril y el resto del año está cerrada al público, mientras requiere de mantenimiento y reparación. También subraya la dependencia de las precipitaciones de nieve y señala que el ejercicio 2023 se ha caracterizado por la falta de precipitaciones y de temperaturas idóneas para la fabricación de nieve artificial, con lo que también cuenta. El informe tiene en cuenta además que “el gasto de mantenimiento y amortización una partida relevante en su cuenta de resultados”.
El objetivo de esta auditoría se centra en que las cuentas expresen la imagen fiel de la situación financiera, como así lo confirma para el ejercicio 2023. No obstante, esta imagen fiel de la situación de Valdezcaray demuestra que la empresa de titularidad pública autonómica dedicada a una estación acumula pérdidas que superaron el millón en 2023.
Más días de apertura, pero menos visitantes
Ese año, como recoge la memoria abreviada, la estación de esquí no pudo arrancar el año hasta el 15 de enero por la falta de nieve, si bien luego pudo alcanzar los 59 días de apertura y los 86.827 visitantes. Un dato significativo ya que es un dato muy superior a los 48.700 de la temporada 2024/2025 a lo largo de los 82 días que ha estado abierta. También en esta memoria se incluye que el número de trabajadores de Valdezcaray en 2023 fueron 28, lo que supone 14 menos que los 42 del año anterior.
Como destaca la auditoría, esta empresa pública necesita ampliaciones de crédito para mantenerse, además de diversos préstamos a la comunidad autónoma que ha recibido en los últimos años. La memoria del ejercicio repasa que desde 2020 a 2023, se han realizado tres ampliaciones de crédito, todas entre el medio millón y el millón de euros. Cifras muy lejanas a los seis millones que anunció el presidente Gonzalo Capellán en septiembre de 2024 y que se aprobaron el pasado mes de marzo, y que demuestran la apuesta del Gobierno de La Rioja por la instalación, a pesar de las malas perspectivas que plantean la crisis climática y las cuentas de la empresa que la gestiona.