¿Guerra o medida de precaución?
La tensa relación que mantienen Colombia y Venezuela ha llegado a tal punto que el cruce de acusaciones entre los mandatarios de ambos países es casi una constante diaria. El último punto de discordia lo han originado las declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez en las que instaba a los militares de su país a que “no pierdan ni un sólo día en el cumplimiento” de “nuestra principal misión: prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es una responsabilidad de todos”.
Ante estas palabras, que Colombia ha interpretado como un llamamiento de guerra en su contra, el gobierno colombiano de Álvaro Uribe ha decidido entregar un informe a Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar las amenazas de las que entiende que es víctima.
El Ministerio de Asuntos Exteriores colombiano, liderado por Jaime Rodríguez, trata de enumerar las veces en que desde Caracas se ha amenazado con iniciar una guerra, según revelaron a Caracol Radio fuentes del Ejecutivo de Álvaro Uribe.
El documento, que aún se está preparando, insistirá en la necesidad de resolver cualquier diferencia política por la vía diplomática y defenderá la reanudación de las conversaciones con Venezuela, de forma directa o indirecta.
Sin embargo, del otro lado de la frontera que separa Venezuela y Colombia, Hugo Chávez no interpreta sus palabras como un llamamiento de guerra. Según el mandatario venezolano, el llamamiento hecho el lunes a sus militares para que se preparen ante la amenaza que representan las bases militares estadounidenses en Colombia, no es una declaración de guerra sino una medida de precaución para la protección de la soberanía.
En declaraciones recogidas por la estatal Venezolana de Televisión, Chávez calificó al gobierno deUribe, de “cínico”, por su intención de llevar las supuestas amenazas de guerra ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas ONU y de la OEA.
“Hay que ver que hay que tener cinismo para decir eso, una cara bien dura; Colombia le abrió a Estados Unidos para que instalara siete bases”, desde las cuales, aseguró Chávez, la Administración de Washington, vigilará a todos los países de la región.
El presidente de Venezuela,que siempre ha defendido que el acuerdo militar entre Bogotá y Washington supone una amenaza para Caracas ya que tiene como objetivo “invadir” su país para apoderarse de su riqueza petrolera, ironizó con el hecho de que Venezuela sea el que termine siendo catalogado como “agresor”.
“A los amenazados nos condenan como los agresores. Los agredidos terminen condenados como los agresores, la escuela del mundo al revés [...] nos llaman amenazantes y agresores”, apuntó durante un acto de firma de acuerdos con el brasileño estado de Pará.
Desde el resto del continente latinoamericano se llama a ambos Estados a una vuelta a la calma y a retomar sus relaciones. Así, el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, ha insistido en que los problemas y diferencias entre Colombia y Venezuela pueden “resolverse con diálogo”.
“Nosotros creemos que todo eso puede resolverse con diálogo, conversación. La posición de Brasil siempre es una posición de moderación”, explicó el titular de Defensa brasileño.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, también ha insistido en esta idea al instar a ambos gobiernos a resolver sus diferencias “conjuntamente” a través de los “canales diplomáticos” pertinentes.
“Los problemas comunes deben ser resueltos conjuntamente y las divergencias deben solucionarse mediante canales diplomáticos”, reclamó el diplomático chileno, en un comunicado difundido por la OEA.
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