“Hay una especie de democratización del arte”

La poesía sigue estando presente en la capital riojana con la X Jornadas de Poesía en Español. En esta ocasión la tarde la han protagonizado el madrileño Abraham Gragera y el zaragozano Miguel Serrano. Ambos son considerados como dos importantes representantes de la nueva poesía española que aunque muchos apunten que son malos tiempos para la lírica, los dos se han encargado de asegurar lo contrario porque “ahora es más fácil publicar porque hay un apoyo mayor de las instituciones”, afirma Gragera.

Gragera y Serrano han reflexionado en el Café Bretón de Logroño, ante los medios de comunicación, sobre la situación actual que atraviesa la poesía, haciendo un recorrido por el mercado editorial y la evolución que ha experimentado ésta desde que se instauró la Democracia en el país, lo que ha conducido a una “democratización del arte”, explica Gragera.

En este sentido también han dedicado un espacio para incidir sobre la proliferación de editoriales que se ha experimentado en los últimos años y el apoyo que se ha recibido por parte de las instituciones, además de la decadencia que se ha sufrido en las últimas décadas en la formación, ya que muchos de los jóvenes poetas de ahora dejan sentir en sus trabajos una carencia causada por el deterioro de la formación humanística.

Abraham Gragera es un poeta que a través de su poesía sabe descubrir en los objetos y en las palabras nuevas relaciones para crear un mundo que cuando lo leemos nos ayuda a descubrir nuevos mundos. “La fibra de los poemas de Abraham Gragera es la fibra de la gran poesía”, sentencia el presentador de las jornadas, Rafael Pérez. Con tan sólo 34 años es un hombre discreto con un sólo libro publicado, pero con gran éxito en las antologías.

Influenciado por grandes poetas como Ángel González, Claudio Rodríguez o Juan Ramón Jiménez ha recordado que la publicación de libros hoy en día ha sufrido una evolución porque resulta “menos complicado” editar un libro que hace unos años gracias a los premios patrocinados por diferentes organismos. En este sentido ha incidido en el hecho de que la cultura en las últimas décadas ha tenido un apoyo importante, lo que ha posibilitado que la poesía prolifere de manera positiva, especialmente en los jóvenes.

El otro de los poetas, Miguel Serrano es “un amante de la mistificación y experto en esconder su voz a través de las voces de otros personajes para construir mundos alternativos”, asevera Pérez. Ha aparecido en diversas publicaciones y ha sido galardonado con numerosos premios. Uno de los asuntos en que ha hecho hincapié ha sido en desmitificar la figura del poeta, ya que hay “mucha bohemia impostada” y que aunque la figura bohemia que existía tiempo atrás se haya difuminado un poco continúa existiendo la figura del poeta seductor y el fenómeno fan.

Respecto al mundo editorial, ambos escritores han coincidido en que si la difusión de la poesía cayera en manos privadas sería peor porque el “criterio a largo plazo sería el beneficio” y no tanto el contenido. Así también ambos han considerado que se puede vivir de la poesía, aunque sea “sólo para unos pocos”, señala Serrano. “Poder se puede vivir de la poesía; yo no puedo; es algo minoritario”, concluye Serrano.