Jóvenes con causa
Muchas veces criticados, continuamente enjuiciados y en ocasiones envidiados, los jóvenes son pese a todo un grupo necesario en cualquier sociedad. Se les achaca su falta de esfuerzo y de valores y, sin embargo, cada vez hay más jóvenes que dedican su tiempo a tareas de voluntariado en beneficio de la comunidad.
Un tipo de actividad voluntaria muy común son los campos de trabajo, en los que grupos de jóvenes realizan diferentes proyectos de trabajo de manera desinteresada. La temática de los campos de trabajo es muy variable: medioambiental, de desarrollo social, de recuperación del patrimonio, etc.
En La Rioja, 123 han sido las plazas ofertadas este año por el Gobierno de La Rioja en campos de trabajo. La mayor parte de estas plazas están repartidas en campos españoles, y sólo veinticinco, en el extranjero. Aun así, el número de personas que demandan estas actividades supera con creces la oferta. ''Se deberían crear más plazas y fomentar más los campos de trabajo poniéndolos al alcance de los jóvenes. Hay que darle más bombo porque mucha gente no sabe de la existencia de estos campos ''. Son palabras de Raquel Martínez, una joven riojana que ha participado ya en dos ocasiones en campos de trabajo.
La primera de esas experiencias tuvo lugar en Melilla de manera improvisada: ''En teoría, íbamos a ir a las Islas Chafarinas, que son unas islas protegidas por militares y que cuentan con muchas especies marinas en peligro de extinción. La idea del campo de trabajo era ayudar en tareas medioambientales. Al final, los encargados de medio ambiente y los militares no se entendieron y el campo se canceló. Los organizadores nos improvisaron un campo de trabajo en Melilla, que acabó saliendo muy bien. Nos dedicamos a limpiar las playas y a buscar restos en las excavaciones arqueológicas''.
Para llegar a Melilla, Raquel tuvo que inscribirse en el IRJ (Instituto Riojano de la Juventud), y lo hizo in extremis: ''Recuerdo que ese verano quería salir a toda costa de Logroño. Vi un cartel que anunciaba los campos de trabajo, así que fui a informarme. Me pareció una buena manera de viajar y de conocer otros lugares por poco dinero. Lo curioso es que llegué al IRJ unos cinco minutos antes de que cerrasen las oficinas. Por suerte, pude apuntarme''.
Este verano, el campo de trabajo ha vuelto a Islas Chafarinas, aunque sólo una persona de La
Rioja ha podido disfrutar de la experiencia de vivir durante siete días en el archipiélago español.
Pero, ¿es sólo a trabajar a lo que se dedican los jóvenes que participan en estas actividades? Raquel señala que ''depende del campo, pero en mi caso el trabajo ha sido simbólico. Los campos siempre se componen de una serie de horas de trabajo, generalmente por la mañana, enfocadas en la temática del campo en cuestión. El resto del día se dedica a actividades complementarias''.
Uno de los campos más solicitados por los jóvenes riojanos es sin duda el que se realiza en Marruecos. Más de cien solicitudes y finalmente sólo doce jóvenes son los que este verano aterrizaron en Casablanca para mejorar las instalaciones de un orfanato de la ciudad y, sobre todo, para realizar actividades, juegos y talleres con los niños de dicho orfanato. La Asociación Inter Europa es la encargada de organizar el campo. La cuota para participar en el mismo ha sido de 200 euros (todo incluido).
En cuanto al resto de campos de trabajo en el extranjero que se han desarrollado (o van a hacerlo) durante este verano, están ubicados en los siguientes destinos: Alemania, Francia, Georgia, Grecia, Islandia, Italia, Japón, Marruecos, Montenegro, Reino Unido, República Checa, Serbia, Tanzania y Turquía.
AMIGOS PARA SIEMPRE
Una de las experiencias más positivas de los campos de trabajo es la oportunidad de hacer amigos. Raquel comenta: ''Siempre he procurado ir sola a los campos para conocer gente nueva. Al final acabas creándote una familia con la gente que va. No suele haber malos rollos con el resto de voluntarios porque la gente que va a este tipo de actividades está dispuesta a colaborar y a disfrutar con las actividades. He hecho muchos amigos con los que sigo manteniendo el contacto''.
EL PERFIL DEL VOLUNTARIO
Es evidente que los campos de trabajo son el escenario perfecto para vivir experiencias inolvidables y conocer gente de otras partes de España o del mundo. No obstante, conviene no olvidar el hecho de que los campos de trabajo parten de la base de que un grupo de jóvenes realizan de manera voluntaria una serie de actividades en pro de la sociedad. Por ello, aunque no es imprescindible cumplir ningún requisito para participar en un campo de trabajo, hay ciertas cosas que es mejor tener en cuenta antes de lanzarse a la aventura: ''La persona que quiera ir a un campo de trabajo tiene que estar dispuesta a dar lo mejor de sí misma, a compartir, a trabajar en equipo y a ser abierta, o, al menos, a llevar una disposición para serlo''. Estos son, según Raquel, algunos rasgos que conviene tener en cuenta para disfrutar al máximo de la experiencia.
JÓVENES, ¿INSOLIDARIOS?
Se habla mucho de los jóvenes de hoy en día y de su falta de compromiso con la sociedad. ¿Qué opinan de esto quienes han participado en algún campo de trabajo? Raquel: '' Es cierto que vivimos en una sociedad en la que todo se nos ha facilitado tanto que no valoramos de dónde venimos. Pero participar en este tipo de actividades te permite darte cuenta de que no es tan difícil tener un papel de colaboración en la sociedad. Los campos de trabajo te hacen sentirte útil y te permiten conocer gente que piensa como tú''.
Beatriz Gómez ha participado también en dos campos de trabajo y se siente satisfecha de haber vivido ambas experiencias. ''Mis vacaciones no son sólo sol y playa. Son también la oportunidad de poder conocer personas y lugares nuevos y de ayudar. Un campo de trabajo te permite combinar unas vacaciones con poder aportar algo a los demás''.
Queda claro que, a pesar de todo, cada vez son más los jóvenes que deciden emplear parte de sus vacaciones en ayudar a los demás gratuitamente y de manera voluntaria. Tal vez estos jóvenes no ocupen tanto espacio en televisión pero no por ello su labor es menos importante. Así pues, quizás la situación no sea tan alarmante como la pintan -con una gran dosis de ironía- los geniales cómicos 'Les Luthiers' en una de sus actuaciones:
''Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho,
y sólo sexo es lo que ven''.
B.V.
0