La lucha contra el Sida, víctima de la crisis
Ya habían advertido varias ONG que la situación de crisis financiera global iba a repercutir de manera muy negativa en la ayuda humanitaria. Este es el caso de la lucha contra el Sida y otras enfermedades como la tuberculosis o la malaria. Según el Fondo Mundial, que trabaja para acabar con estas enfermedades, la crisis económica mundial está agotando la ayuda extranjera, haciendo que esta organización se enfrente a una falta de presupuesto cercana a los 3.000 millones de dólares.
La portavoz del Fondo Mundial, Marcela Rojo, ha afirmado que todavía se necesitan 170 millones de dólares para pagar los programas que la organización se comprometió a apoyar el año pasado, y que necesitará entre 2.500 y 3.000 millones de dólares para mantener y financiar programas planeados para 2010.
“El Fondo Mundial necesitará una cantidad sustancialmente mayor que la que se prometió la última vez en Berlín en el año de 2002”, señaló, en referencia a los 10.000 millones, y aseguró que la recaudación de fondos en 2010 “será totalmente crítica”. “Las decisiones que se van a hacer en los próximos 18 meses serán críticas para mantener las ganancias conseguidas en la salud mundial y para aumentar los programas”, añadió Rojo.
Estados Unidos es el mayor donante de los programas de salud pública a través del Fondo Mundial. Washington ha prometido más de 4.400 millones desde que el organismo fuera creado en 2002 para afrontar estas tres epidemias mortales.
Por su parte, Japón, otro gran donante de ayuda y cuya economía también se ha visto afectada en la crisis, ha dado más de 1.000 millones hasta la fecha. Las dudas sobre el fondo para los programas a largo plazo de esta organización pueden aumentar las amenazas a la salud pública, porque los pacientes que reciben medicamentos contra el Sida y la tuberculosis necesitan seguir recibiendo el tratamiento para evitar desarrollar resistencia a las enfermedades.
Este organismo, que trabaja con las agencias de Naciones Unidas, ha aprobado 15.600 millones en fondos para 140 países hasta la fecha, y ha desembolsado cerca de 8.000. A finales del año pasado, había dado tratamiento para el Sida a dos millones de personas, tratamiento para la tuberculosis a 4,6 millones de personas, además de distribuir 70 millones de mosquiteras en todo el mundo para impedir las infecciones por malaria.
A principios de esta semana, el director del Programa Conjunto de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA), Michel Sidibe, pidió a los países donantes mantener sus compromisos para ayudar a los 33,2 millones de personas que hay en todo el mundo infectadas con el VIH. Sidibe también estimó que el Fondo Mundial carece de 4.000 millones de dólares necesarios para los proyectos de lucha contra el Sida que ya realiza o que se ha comprometido a financiar.
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