Lisboa despide a Saramago
Familiares, amigos, políticos, músicos, escritores y portugueses anónimos se acercaron desde el comienzo de la tarde al Ayuntamiento lisboeta para dar su último adiós a los restos del Nobel de Literatura José Saramago, fallecido el viernes a los 87 años en su casa de Lanzarote.
Por parte del Gobierno portugués visitaron la capilla ardiente el primer ministro, José Sócrates; la ministra de la Cultura, Gabriela Canavilhas, y el ministro de Administración Interna, Rui Pereira. Sócrates confirmó que estará presente en el funeral de Saramago, que se celebrará el domingo, pero no quiso confirmar la presencia del presidente de la República. Para Sócrates, Saramago “deja una marca y una impresión muy profunda en el alma portuguesa”. “Lo único que tengo en mi espíritu es el reconocimiento de un pueblo y de un país que debe mucho a José Saramago y que continuará con él, porque su obra continuará impresionándonos e inspirándonos, como siempre hizo”, subrayó.
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, también quiso despedirse del literato en Lisboa. “Es una enorme pérdida porque era muy importante para las culturas española, portuguesa y de todo el mundo”. “Era un escritor muy leído y querido en España y su figura era un regalo para todo el territorio nacional”, dijo. Además, destacó que su figura sirvió para unir a España y Portugal. “Fue muy importante para España y Portugal porque son dos países que viven de espaldas y Saramago nos acercó. También después de su muerte, Saramago hace que se unan más Portugal y España”, afirmó.
Por otra parte, el diputado socialista y candidato presidencial Manuel Alegre recordó Saramago como uno “hombre de grandes convicciones, un hombre de gran coherencia”. “Un gran artista que tenía un gran amor al país y a la nación”, subrayó. Alegre rechazó que Saramago haya dado la espalda a Portugal por autoexiliarse en España. “Nunca dio la espalda y la prueba de eso está en el hecho de que haya querido venir a Portugal y una parte de él (de las cenizas) se quedará aquí. Aquí estaba su raíz y su raíz era su lengua”, dijo.
“José Saramago era una figura insoslayable para todos nosotros, que, cuestionando el mundo, buscaba siempre identificarse con los ideal de Abril, pero también mantenía su amor al pueblo y a todos los pueblos”, afirmó el líder del Partido Comunista de Portugal, Jerónimo de Sousa, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Lusa.
El dirigente del Bloque de Izquierda Francisco Louça fue otro de los políticos que se desplazaron hasta a el Ayuntamiento. Louça lamentó que Saramago haya sido blanco de “mezquinas persecuciones políticas” y definió Saramago como “una figura grande de la literatura portuguesa” y “una persona que se preocupó por sus orígenes, por sus raíces” y que en muchos de sus libros escribió sobre la historia de Portugal.
Otras personalidades de la cultura portuguesa también rindieron homenaje a Saramago, como el fadista Carlos do Carmo, el músico Luis Cília, el actor Rui Mendes, el escritor Gonçalo M. Tavares o los poetas Manuel Gusmao y Nuno Júdice.
Todos ellos acompañaron a la esposa del escritor, Pilar del Río, a los hermanos de ésta, así como a la hija de Saramago, Violante Saramago, que estaba acompañada por los nietos del Nobel.
El cuerpo de Saramago llegó al Ayuntamiento a las 14.33 horas (15.33 hora peninsular española) en un féretro cubierto con la bandera portuguesa y entre los aplausos de los presentes. Allí permanecerá a disposición del público hasta las 12.00 de la noche y el domingo partirá a las 12.00 horas para ser incinerado en el cementerio del Alto de San Juan.
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