Lo peor para gordos

Un nuevo trabajo de investigación de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) sobre estrés oxidativo demuestra que las dietas poco equilibradas, perniciosas para todo el mundo en general, son aún peores para las personas obesas.

Tanto el estrés oxidativo como la inflamción aumentan el riesgo de aterosclerosis (obstrucción de las arterias), infarto de miocardio e ictus (infarto cerebral).

El investigador principal, Paresh Dandona propuso analizar ambos fenómenos en relación con los alimentos.

Ya se sabía por trabajos anteriores que las personas obesas tienen niveles más altos de estrés oxidativo e inflamación que los individuos cuyo peso es normal. También se ha demostrado que las dietas poco saludables incrementan ambos factores en todo el mundo, al margen de que estén en su peso o no.

El equipo de Dandona comparó los efectos de una comida de 1.800 calorías que constaba de una hamburgesa, una ración grande de patatas fritas, un refresco de cola grande y una ración de tarta de manzana.

A las dos horas de haber dado cuenta del almuerzo, todos los sujetos tenían niveles más elevados de estrés oxidativo, pero a las tres horas, en los individuos de peso normal los valores volvían al estado previo a la comida, mientras que los obesos aún experimentaban ese efecto. Con la inflamación pasó lo mismo.

“Si la gente obesa, que ya padece estos procesos, come este tipo de alimentos, sufre sus consecuencias en mayor medida”, concluye el trabajo.