El edificio de Correos se subastará en menos de medio año
Correos prevé enajenar, por el procedimiento de subasta, su edificio de la Plaza de San Agustín “en tres, cuatro o cinco meses”, después de que “este lunes” comiencen los trámites administrativos para ello, como ha adelantado este viernes en Logroño el presidente de la entidad postal, Javier Cuesta.
Cuesta ha firmado este mediodía con la alcaldesa Cuca Gamarra el convenio que supone, en palabras de la primera edil, “el paso definitivo para que Correos pueda enajenar el edificio que albergó su sede central en la plaza de San Agustín y en poco tiempo se pueda implantar allí una actividad económica que impulse el desarrollo del Casco Antiguo”.
Se trata, ha dicho, de “una vieja aspiración de la ciudad que por los términos del acuerdo alcanzado con la sociedad estatal que es su propietaria nos permitirá al mismo tiempo recuperar un emblema de nuestro patrimonio, habiéndonos asegurado el mantenimiento de su edificabilidad, volumetría y grado de protección”.
El convenio ratificado hoy supone “la culminación de unas negociaciones que comenzaron al inicio de este mandato y que han conllevado una tramitación administrativa compleja”, en la que, sin embargo, Gamarra ha destacado y agradecido “la sensibilidad y buena disposición de Correos desde el primer día”.
El carácter del documento presentado esta mañana es urbanístico y se deriva de la modificación del Plan General Municipal que fue necesario aprobar para que la parcela de San Agustín pasara de un uso “dotacional público” a “residencial no vivienda” que pueda acoger una actividad como la que se persigue para este edificio.
Siguiendo la Legislación urbanística y como compensación al Ayuntamiento por la modificación de usos, Correos entrega al Consistorio un total de 273.047,79 euros.
Como ha concretado la alcaldesa, “esta cantidad debemos destinarla a programas de patrimonio público de suelo, con destino preferente a actuaciones de rehabilitación o de regeneración urbana; y en concreto nuestra intención es invertirla en la recuperación del entorno de este edificio que va a volver a ser una importante locomotora de desarrollo del Casco Antiguo”.
El presidente de Correos, Javier Cuesta Nuin, se ha felicitado por el acuerdo alcanzado por la buena disposición de ambas instituciones, que ha puesto como “ejemplo de colaboración positiva y como camino a seguir en otras situaciones similares en otros lugares”.
Ha señalado que la sociedad estatal comenzará los trámites administrativos “este mismo lunes” y contando, además, “en todo lo posible, con el Ayuntamiento y con los logroñeses”. “Queremos que lo que exista aquí cuanto antes sea lo más adecuado, dando un final feliz a una situación que ha tenido muchos pequeños escollos que hemos ido salvando durante dos años”, ha añadido.
En este sentido, Cuesta ha avanzando que “si todo va bien”, el edificios saldrá a enajenación, por el procedimiento de subasta, “cuanto antes, para que en tres, cuatro o cinco meses ya no sea nuestro”.
La valoración inicial del edificio aún no está realizada, pero ha recalcado que “es un edificio único”, por lo que, teniendo en cuenta esta situación, y la revitalización económica que se pretende para la zona, “el precio no será la única condición” para la adjudicación.
Valor patrimonial y sentimental
Como ha resaltado la alcaldesa, “lo más importante del acuerdo de hoy es que ya se puede poner en marcha el proceso para enajenar este inmueble”. Un proceso en el que ha afirmado que “participará el Ayuntamiento, estando muy pendiente de las propuestas que se presenten y de su aportación al fin perseguido”.
La venta de este edificio y su nuevo destino supone, además, “poner fin a un largo y triste proceso que ha durado más de una década”. De este modo se ha referido la alcaldesa a los años en que ha permanecido cerrado y con un evidente estado de deterioro, una situación que se ha agravado por el emplazamiento estratégico en que se encuentra.
A principios de 2003, este inmueble que ejercía como oficina central de Correos en Logroño cerró sus puertas al público para ser rehabilitado. Las obras comenzaron pero fueron paralizadas un año después. Diferentes problemas fueron dilatando la reanudación de los trabajos.
El edificio es considerado uno de los principales ejemplos del neobarroco en la ciudad; fue construido en 1932, con diseño de Agapito del Valle. Se alza en una parcela de 620 metros cuadrados y cuenta con una superficie construida de 2.358,72 metros cuadrados distribuidos en semisótano, baja, primera y segunda. Está catalogado con un nivel III de protección patrimonial.
Como ya anunció la alcaldesa y ha confirmado esta mañana, “cualquier actuación que se ejecute pasará por conservar la volumetría, la edificabilidad y la tipología actuales, algo por otra parte que ya viene obligado por el grado de protección del inmueble”.
Precisamente, y preguntados por los medios de comunicación si la situación actual del edificio, en estado de ruina técnica, podría condicionar la enajenación, tanto Gamarra como Cuesta han negado esta posibilidad. “Es un edificio único -ha insistido el presidente de Correos, y con un valor excepcional, seguro que va a haber compradores, personas o empresas”.
Un interés que ha confirmado la alcaldesa, quien ha señalado que “ha habido más de uno, más de dos y más de tres interesados”, que incluso “han llegado alguno a visitar el inmueble para ver su situación y materializar su propuesta”. “No sé cuántas ofertas se harán luego realidad, pero sí hay interés, porque se trata de un edificio especial, diferente y eso lo hace atractivo para la inversión y la rehabilitación”, ha dicho.
La regidora municipal ha hecho especial hincapié en que “lo importante es la rehabilitación y la reactivación económica”, por lo que ha señalado que “el Ayuntamiento va a defender en todo momento el interés general de la ciudad, con una buena rehabilitación y un buen proyecto para la rehabilitación económica del entorno y del Casco Antiguo”.
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