Un informe de la UR avala que la bacteria estaba en el producto de origen
En las últimas horas el Ayuntamiento de Logroño ha hecho pública la posibilidad de poner fin al contrato de comidia a domicilio que actualmente tiene la empresa Serunión. Y es que en la Junta de Gobierno Local del 24 de febrero de este año, se aprobó la “imposición de penalidad por incumplimiento de contrato de comidas a domicilio por la presencia de una alta concentración de listeria monocytogenes.
Ayer, la concejala de Familia, Paloma Corres, adelantaba que el “el Ayuntamiento de Logroño ha elevado a ”muy grave“ el nivel de una de las tres sanciones graves impuestas a la empresa Serunión por incumplimiento del contrato lo que podría dar lugar a la resolución unilateral de este contrato”.
Y es que según el acuerdo de la Junta de Gobierno del pasado mes de febrero a la que ha tenido acceso Rioja2 refleja la infracción grave cometida por la empresa SERUNION por “la presencia de una alta concentración de listeria monocytogenes indica un importante problema higiénico en superficie en elaboración de la comida, lo que implica una prestación defectuosa o irregular del servicio”.
En el acuerdo, también aparece el informe remitido por las doctoras y profesoras titulares del Área de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de La Rioja, Olarte y Sanz. Resulta evidente, aseveran las profesoras, que las bacterias estaban presente en el producto de origen por dos motivos: la utilización del abatidor de temperatura únicamente ralentiza su metabolismo pero no las elimina y, dado que los envases alterados estaban herméticamente cerrados, no existe posibilidad de contaminación posterior a la elaboración“.
Además, prosigue el escrito, si tenemos en cuenta el número de barquetas como el de los domicilios en los que se produce, resulta cuando menos sorprendente considerar que los usuarios se pongan todos de acuerdo para romper la cadena de frío, no conservar correctamente los alimentos y provocar de esta manera la hinchazón de las barquetas.
Por todo ello, las profesoras consideran que “el hecho de que existiera la bacteria y que alguno de sus usuarios pudiera haberla consumido causándole problemas de salud importantes, necesariamente exige recalificar la gravedad de los hechos, pasando los mismos a tener la consideración de muy graves”.
Y de ahí las medidas adoptadas por el Consistorio logroñés. A partir de ahora, apuntó Corres, “el asunto podría acabar incluso en los tribunales o podría ser también que la propia empresa renunciara voluntariamente al servicio”. En el caso de llegar a agotar los plazos, el servicio saldrá nuevamente a contratación“.
Sin embargo, SERUNION también hizo pública su postura. A través de una nota de prensa a aseguraban que las analíticas que demuestran la presencia de una bacteria en las comidas “no son válidas” además de anunciar que “presentarán alegaciones”.
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