Los expertos reclaman seguridad jurídica en la nueva OCM
Una de la principales conclusiones del VI Foro Mundial del Vino, celebrado en Logroño con la presencia de más de seiscientos expertos en vitivinicultura, es la reivindicación a la UE y Estados miembros de redoblar su esfuerzos negociadores para ofrecer una seguridad jurídica que satisfaga al sector en Europa.
Así lo ha expresado hoy el consejero de Agricultura de La Rioja, Iñigo Nagore, en la lectura de las conclusiones del Foro, organizado por el Gobierno regional y Federación de Empresarios de La Rioja, y que durante tres días ha congregado a expertos de España y el extranjero para analizar el presente y futuro del sector.
Transcurridos algunos meses desde el acuerdo político de la reforma de la OCM, los expertos sostienen que sobre el sector europeo se ciernen algunas incertidumbres de gran calado, que deberían ser aclaradas en el menor plazo posible, detalla el documento de conclusiones.
Para ello, la UE y los Estados miembros deben redoblar sus esfuerzos negociadores y ofrecer una seguridad jurídica plena y un horizonte despejado de dudas que satisfaga a un sector de enorme importancia agrícola, económica y medioambiental.
Otra de las conclusiones es que ese horizonte del sector vitivinícola español necesita planificación estratégica y no decisiones precipitadas e improvisadas que no hacen sino generar más incertidumbre en los operadores y que no permiten el desarrollo coherente y equilibrado del sector.
Esto sólo provocaría confusión al habilitar supuestos atajos para llegar al objetivo final, detalla el documento, agrega el documento.
El cambio climático ha vuelto a ser protagonista en el Foro Mundial y se confirma como un factor determinante que afectará a los viñedos a corto, medio y largo plazo.
El conocimiento del genoma de la vid, que permitirá a corto plazo determinar cuáles son los genes clave en la composición de azúcares, aromas o ácidos, posibilitará también influir en la respuesta de las vides al cambio climático.
La investigación en materia de genética se propugna también como un elemento positivo y de futuro que puede abrir la puerta a la optimización de determinados parámetros del vino. De cualquier forma, han de tenerse en cuenta las normativas de referencia y la posible desconfianza de los consumidores.
Para los expertos, la incorporación de las prácticas enológicas de los países terceros puede suponer la ruptura con una posible competencia desleal, pero “no debemos olvidar”, ha precisado el consejero, que “también supondría la renuncia a algunos de los principales principios de las Denominaciones de Origen y del modelo europeo de vinos de calidad”.
Las virutas, por ejemplo, no deben ser utilizadas en la elaboración de vinos de calidad, ha asegurado el consejero, quien ha recalcado que la respuesta, no obstante, no vendrá de la mano de los técnicos, sino de los consumidores.
La eliminación de derechos de plantación prevista para finales de 2018 va a obligar a algunas regiones vitícolas a utilizar otros mecanismos -no suficientemente definidos- en la nueva normativa para controlar el potencial productivo y evitar así desequilibrios que pudieran resultar perjudiciales, concretan los expertos
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