Moratinos inicia una visita a Venezuela para favorecer las relaciones empresariales
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, inicia este lunes una visita oficial a Venezuela con el objetivo de favorecer contratos para compañías españolas en estos tiempos de crisis internacional.
Le acompañará una veintena de empresarios de los sectores de la energía (Repsol, Iberdrola, Grupo Guascor), la banca (Santander, BBVA), el sector naval (Factorías Vulcano, Rodman Polyships), aeronáutico (EADS CASA), ferroviario (Talgo, CAF, Alstom), automoción (Domingo Alonso), ingeniería (Elecnor, Ineco, Duro Felguera, Técnicas Reunidas, Telvent) y tecnología (Siemens).
A pesar del debate sobre la seguridad jurídica en Venezuela, las empresas españolas siguen mostrando interés en este país, que les ofrece oportunidades de cerrar operaciones interesantes, según señalan fuentes diplomáticas.
De hecho, algunas de estas empresas firmarán contratos en presencia del presidente Hugo Chávez, que recibirá a Moratinos y a la delegación empresarial el miércoles y no el martes --día de su 55 cumpleaños--, como en un principio se previó.
Repsol, que desde 2004 ha invertido en Venezuela más de 2.000 millones de euros, es una de las compañías que cuenta con “buenas expectativas” de lograr cerrar algún tipo de contrato en el marco del viaje del ministro, según las mismas fuentes. La energética española opta a participar en el Proyecto Carabobo para explotar crudo pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Un consorcio formado por Iberdrola y Elecnor está pendiente de firmar otro contrato para construir un planta de gas de ciclo combinado en el estado de Sucre por valor de 2.000 millones de dólares (casi 1.800 millones de euros).
La diplomacia española ve también oportunidades de cerrar contratos en esta visita principalmente en los sectores de la industria naval y ferroviaria. Intentará también solventar algunos problemas menores relacionados con la falta de ciertos pagos por parte del Gobierno venezolano por falta de liquidez, como sufre Iberia, a la que debe unos 40 millones de dólares.
A modo de ejemplo, las fuentes han querido subrayar el acuerdo “consensuado” de forma “pacífica” al que llegó el Estado venezolano con el Banco Santander, en el proceso de nacionalización de su filial en Venezuela, del que la entidad española quería desprenderse y por el que finalmente se pactó el precio de 1.050 millones de dólares
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