Nueva Zelanda suspende la búsqueda de supervivientes
Las autoridades neozelandesas han abandonado la búsqueda de los supervivientes bajo los escombros que dejó el pasado 22 de febrero el seísmo de 6,3 grados en la escala Richter que arrasó la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur.
Las labores de rescate se han reorientado a la localización de cadáveres tras descartar que existan personas aun con vida. El jefe de Protección Civil ha lamentado que en todo el tiempo transcurrido no se hayan encontrado a ningún superviviente más, y que ahora los esfuerzos tienes que ir destinados a la recuperación de los cadáveres
El número oficial de muertos se ha cifrado en 61, aunque las autoridades estiman que podrían llegar a los 240. Tampoco quieren divulgar ni los nombres ni la nacionalidad hasta que tengan la certeza de la identidad de la víctima.
Por otro lado, se han revelado las identidades de los primeros extranjeros fallecidos, dos jóvenes de nacionalidad israelí, de 22 y 23 años, que fueron hallados entre los escombros de uno de los edificios de la ciudad. El ministro de Asuntos Exteriores, Murray McCully, aproxima que son cerca de un centenar de personas de unas veinte nacionalidades distintas las que perdieron la vida en la catástrofe.
Por el contrario, se han encontrado a 17 supervivientes desde que comenzaron las labores de rescate, la última fue el 23 de febrero, un día después del terremoto.
El alcalde de la ciudad, Bob Parker, ha lamentado que se trata de un día terrible para Christchurch y que continuarán con la esperanza de que pueda haber un milagro encontrando a algún superviviente más.
En cuanto a la ayuda humanitaria que ha recibido Nueva Zelanda, más de un millar de personas han participado en las labores de rescate. Proceden de Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos, Australia y Taiwán. Ahora pasarán a limpiar los solares con maquinaria pesada.
El coste del horror
La reconstrucción costará al menos 12.000 millones de dólares (8.700 millones de euros). No se recuperará la economía hasta junio.
Una de las principales aseguradoras del mundo, Swiss Re, esperan reclamaciones por valor de unos 800 millones de dólares. El pasado martes, el primer ministro neozelandés, John Key, se comprometió a reconstruir la ciudad y a crear una comisión de investigación para esclarecer por qué tantos edificios cayeron como castillos de naipes en un área de conocida actividad sísmica.
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