Patricia Viscarret: “Cuando vuelves de una expedición, te quedas con la experiencia bonita”
Patricia Viscarret (Pamplona, 1973) es una de las protagonistas de la XXXIII Semana de la Divulgación de los Deportes de Montaña organizado por la Sociedad de Montaña de Iregua. La localidad riojana de Alberite acoge desde el pasado miércoles día 10 hasta este domingo 14, una serie de charlas y actividades en las que se tratan distintos temas de la actividad montañera. Viscarret ha sido la protagonista este viernes, técnica deportiva e ingeniera, a sus 48 años, ha vivido numerosas aventuras alrededor del mundo.
¿Qué es lo que te empujó a la montaña?
La montaña y yo hemos ido de la mano desde muy pequeñita porque mi padre era un apasionado de la montaña y era el que me llevaba desde pequeña, en vacaciones… Era la excusa perfecta de los fines de semana para hacer actividades en familia.
¿Cómo es tu día a día?
Qué locura. Yo tengo una compañía de guías de montaña. Entonces me dedico a ello, además de ser mi pasión, es un poco lo que me da de comer. Tengo días que son de gestión, de organizar grupos, actividades… Otros son de guiar en la montaña y de trabajo de campo como quien dice. Entre eso tengo un hijo (9 años), una familia. Pero, como soy yo mi propia jefa siempre tengo momentos para tener montaña para mí, que es lo que a mí también me da energía.
¿Qué dirías que es lo que más te cuesta de tu día a día?
Al final yo creo que lo que más me cuesta es la gestión en sí, organizar grupos, conseguir clientes, lo que es trabajo de oficina es lo que más me cuesta y más pereza me da a veces. Como también te puedes organizar horarios según como tengas cada día… Tener flexibilidad de horarios a mí me parece un lujo, la verdad que es llevadero. Como es también nuestro proyecto laboral, pues lo haces con ilusión. Trabajas para ti misma y le pones mucha ilusión.
Fotos: Iregua Sociedad de Montaña
¿Cómo te preparas para una expedición de alto nivel?
Tengo ahora 48 años, empecé a escalar a los 18. Nunca he sido muy metódica con los entrenamientos, soy un poco desastre. Trabajo mucho por intuición, según cómo me siento. Cuando fui madre no me apetecía estar tanto tiempo fuera de casa. Ahí tuve un punto de inflexión de seguir escalando y haciendo actividad. Pero, ya estar más de 15 días fuera de casa me da la sensación de perderme algo tan bonito como es ver crecer a mi hijo. Sí que podría irme temporadas largas porque mi pareja siempre me ha apoyado en todo esto, pero he descubierto montañas más cercanas de Pirineos, de Alpes, montañas de Europa en Noruega, en los países nórdicos… y que te permite no estar tanto tiempo lejos de casa.
¿Cuál ha sido la expedición más difícil de tu vida?
Cuando vuelves de una expedición, te quedas con la experiencia bonita. Yo las malas sí que las suelo olvidar rápido. Tengo un filtro que luego te quedas con los buenos recuerdos. Yo me acuerdo de la primera expedición que fuimos a escalar al Himalaya en la India. Era súper joven, tenía 20 años. Íbamos con muy pocos recursos económicos, entonces no había móviles y sí que llevaba esa sensación de que nos la estábamos jugando. Eres joven, parece que puedes con todo. Pero, luego, una vez allá, meternos en valles perdidos con todas las cuerdas, con todo el material… Recuerdo que me resultó un gran reto, la incomunicación que teníamos en aquellos años, de no llamar a casa en un mes… Ahora lo veo en la distancia y veo que tenía un grado de exposición bastante alto, me parece a mí. En el momento no era consciente.
Y después de esta experiencia, has seguido…
Conforme vas viviendo diferentes facetas en la vida vas cambiando y, hoy en día, la comunicación te hace estar más cerca tanto de la gente, como si te pasa algo, estás más cubierto. Te da una seguridad.
¿Tienes alguna expedición que la consideres como favorita?
El Himalaya de la India ha sido muy especial durante mucho tiempo. Hemos ido a descubrir muchas paredes, valles perdidos, muy poco turísticos… siempre me han dejado muy buena huella. Hubo una expedición al Myar Valley, al Himachal Pradesh en la India, que estuvimos dos meses en un valle precioso que no había entrado nadie, en unas paredes impresionantes y, sí que tengo un recuerdo muy especial de esa expedición, como que fluyó todo. Abrimos dos vías muy interesantes, el equipo de gente fue fantástico, había unos pueblitos cercanos… Lo recuerdo como muy bonito todo. Y luego a la vuelta pudimos quedarnos por la India viajando. Nos empapamos mucho tanto de montaña como de cultura de la India.
Para acabar, ¿cuándo tienes planeado hacer la próxima gran expedición?
Así gran expedición, en estos momentos no. Sí que nos planteamos un viaje de esquí a Japón, pero está el tema muy complicado para viajar hoy en día. A mí todavía me echa un poco para atrás porque sí que hay países a los que puedes ir, pero luego se te puede complicar allá el tema, igual tienes que estar en cuarentena a la entrada. En diciembre me voy a Alpes, en navidades. Montañas lejanas, sí que nos gustaría más adelante una expedición a Nepal, algún pico para hacerlo para descenso con esquís pero estamos pensando en 2022 o 2023. Este año lo que es viajar está un poco en el aire.
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