Podrían celebrarse elecciones anticipadas en Túnez
La inestabilidad que ha vivido en los últimos días Túnez, causada por las violentas protestas, ha provocado importantes cambios en la línea política del gobierno. Así, el presidente del país, Zine al Abidine Ben Alí, ha anunciado que está dispuesto a celebrar elecciones legislativas antes de las presidenciales de 2014 a las que no se presentará, según ha indicado este viernes su ministro de Exteriores, Kamel Morjane.
En declaraciones a la emisora francesa Europe 1 y preguntado sobre los planes de Ben Alí, Morjane ha señalado que “el presidente lo dijo de una forma directa, desde que decidió la creación de una comisión que propondrá una revisión del Código Electoral”.
“Dijo que no se celebrarán más elecciones presidenciales y legislativas de forma paralela. Haciendo eso, aceptó el principio de que las legislativas sean antes de las elecciones presidenciales en 2014”, ha señalado el ministro, haciendo un llamamiento a la vuelta a la calma en el país.
En un mensaje televisado, Ben Alí anunció que no cambiará la Constitución para poder presentarse a las elecciones de 2014, con lo que pondrá fin a su etapa al frente del país magrebí que comenzó en 1987. Asimismo, comunicó que ha ordenado reducir el precio del pan, la leche y el azúcar y que las fuerzas de seguridad no utilicen armas de fuego para sofocar las protestas contra el Ejecutivo.
“Dije en 1987 que ninguna presidencia es para toda la vida. Lo repito ahora: Ninguna presidencia es para toda la vida. Rechazo cambiar la Constitución, no cambiaré la edad en la Constitución”, afirmó, en referencia a la restricción que impone la Carta Magna y por la que el presidente del país no puede ser mayor de 75 años.
Ben Alí tiene ahora 74 años y se había especulado ampliamente con la posibilidad de que enmendara la Constitución para poder volver a presentarse en los comicios de 2014.
El mandatario también anunció que habrá “total libertad de prensa” y no se producirán más cierres del páginas de Internet. En su emocionado discurso televisado, hablando en dialecto local en lugar del árabe clásico, dijo que ha sido engañado por algunas de los miembros de su gobierno.
“He sido engañado, ellos me engañaron. No soy el sol que brilla sobre todas las cosas”, subrayó. Ben Alí ha asegurado que entiende a los tunecinos y sus demandas y ha dicho sentirse “triste por lo que está ocurriendo tras 50 años de servicio al país, servicio militares, en todos los diferentes puestos y 23 años en la Presidencia”.
La postura de la oposición
Tras este anuncio, el líder del opositor Partido Democrático Progresista, Najib Chebbi, ha aplaudido la decisión de Ben Alí, de no presentarse a un nuevo mandato y ha reclamado la creación inmediata de un gobierno de coalición.
Para Chebbi, el discurso pronunciado por el presidente tunecino es “importante políticamente y corresponde a las expectativas de la sociedad civil y de la oposición”. En declaraciones a Reuters, el líder opositor ha señalado que no esperaba esta reacción de Ben Alí, pero también ha apuntado a la necesidad de tener “detalles concretos” sobre las reformas que propone el mandatario.
Por su parte, los tunecinos han salido a las calles de la capital y sus alrededores para celebrar la decisión de Ben Alí, de no presentarse a la reelección. Poco después de que se realizara el anuncio distintos sonidos inundaban ya la capital. Al ritmo de cornetas, bocinas de coche y diversos cánticos, incluido el himno nacional, muchos tunecinos han bailado y ondeado banderas para celebrar la sorpresiva noticia.
“No esperábamos este anuncio”, dijo Mohamed Alí, un vecino de Lafayette, uno de los barrios tunecinos sacudidos por las revueltas. “Lo más importante es tener libertad, libertad y libertad”, agregó. En la misma línea, Sonia Ayari, otra residente de esta colonia, señaló: “saludamos la valentía de Ben Alí, aunque sea tardía”.
Mas allá de la capital, la población también ha festejado la noticia. “Después de un día de violencia todo ha cambiado. Ahora aquí solo hay alegría. Más de 4.000 personas han salido a dar las gracias al jefe del Estado”, indicó Ismail Smida, un activista que vive en Tataoune, una localidad ubicada a unos 500 kilómetros al sur de Túnez, la capital.
La algarabía se ha sentido también en Sidi Bouzid, la ciudad donde comenzaron las revueltas, después de que en el mes de diciembre un hombre desempleado se quemara a lo bonzo para protestar por el nivel de paro, en un gesto que ha puesto de relieve algunos de los problemas del país.
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