Sumar siempre es positivo
Otro punto más. De ésos que quiere Carlos Pouso. Y una jornada menos, siete por disputar. En positivo. Así debe pensar el UD Logroñés tras empatar en Guijuelo. Que sí, que es una faena que el cuadro verdiblanco lograra marcar en el minuto 85 y de penalti. Pero también hay que pensar que Miguel -una vez más- se convirtió antes de las tablas en protagonista estelar. Claro que Íker Alegre tuvo en sus botas el posible 0-2. Pero sumar siempre viene bien, sobre todo en una jornada en la que no ha ganado ninguno de los cinco primeros y tanto Murcia como Racing de Ferrol han perdido. Por eso la importancia de mantener la renta con el quinto clasificado, el contrincante de este domingo, de 4 puntos.
El partido, como había vaticinado el técnico blanquirrojo, no iba a ser decisivo, pero sí importante. Así fue. Y lo que había en juego se acusó desde el pitido inicial. En este sentido, la UDL no se dejó intimidar, buscó presionar a su rival para incomodar el juego elaborado desde el arranque. Minutos en los que la posible euforia de los anfitriones iba a bajar sus revoluciones en beneficio de los riojanos, mejor posicionados y con los conceptos claros. Instantes en los que las acciones a balón parado podían desequilibrar la contienda -Moisés estuvo cerca-. Con el paso de los minutos, el Guijuelo fue asentándose, controlando el 'tempo' del juego y teniendo más el balón de lo que le gustaría a los blanquirrojos.
La inercia provocó que el Guijuelo estuviera más tiempo en campo ajeno pese a los intentos de los visitantes por impedirlo. La mejor noticia para la UDL era que no concedía ocasiones pese a las dudas de Miguel en algunos balones aéreos, quizá claves para centrarse más y resultar determinante después. El bloque riojano tenía que trabajar más de la cuenta en labores defensivas y apenas podía ingeniérselas para montar alguna contra, mientras que Yeray se convertía en un peligro por sus internadas. El juego se interrumpía, lo cual podía favorecer a los visitantes para evitar el alto ritmo que imprimían los locales.
Dentro de esa dinámica, supuestamente favorable para el Guijuelo, la UDL hizo lo mejor sabe hacer: centrar desde la derecha por mediación de Titi y que alguien aparezca, en este caso Menudo, en el área para rematar. Así fue el tanto de los riojanos en el minuto 39. El sevillano no dudó y sumó otro gol más a su casillero. El cuadro verdiblanco no se lo podía creer, pero reaccionó con orgullo y en la siguiente jugada el palo evitó el empate tras la acción de Yeray. El descanso hasta se agradecía.
Miguel se convierte en protagonista
Tiempo para asumir lo que podía llegar: ritmo endiablado del Guijuelo, constante asedio sobre la meta de Miguel, máxima concentración en las acciones de estrategia defensiva... pero también podía haber una contra que matara el partido. La UDL entendió a la perfección lo que tenía que hacer y cumplió con creces. Orden y sacrificio para ayudarse y tapar a un Guijuelo que iba ir a más con la presión del reloj. Pese al esfuerzo, Miguel le sacaba lo que se cantaba gol a Valero, que acto seguido veía como el capitán blanquirrojo se gustaba con otra parada y tenía que sudar para mantenerse imbatido.
Chevi dejaba su sitio a Muneta, pasando Abaroa a formar un doble pivote más fijo con Jacobo Trigo. La UDL necesitaba algo de calma con la pelota y el vasco podía ser el referente para no estar tan metidos atrás, más por el rival que por apatía visitante. El Guijuelo también movió su banquillo y la aparición de Raúl Ruiz fue un auténtico incordio para los riojanos, que veían como su rival no se precipitaba ni se ponía nervioso pese al marcador adverso. Era un buen momento para que el imprevisible Íker Alegre, que entró a escena por Titi, acaparara su cuota de protagonismo. Pero antes de tener en sus botas el 0-2, la UDL seguía sufriendo atrás, ya que Miguel evitaba por dos veces seguidas que Lambarri empatara.
Quedaban 10 minutos de angustia. Camochu, que volvía al once después de muchas jornadas después, distrajo a la defensa rival y asisitó para que Íker Alegre, que buscó la escuadra, hubiera matado el partido. Y lo que otras veces le ha favorecio al cuadro riojano, el domingo jugó en su contra, puesto que instantes después un balón colgado tras un rechace de una falta lateral se convirtió en penalti por derribo de Julio Rico ante Valero que se quedaba solo ante Miguel. Razvan, que no fallaba desde los once metros, colocaba las tablas. El tanto fue el impulso para un Guijuelo que fue a por más, no se conformaba. Pero no hubo tiempo para más.
En definitiva, un buen punto para el UD Logroñés que marcó su gol cuando quizá más agobiado estaba en la primera mitad y que tuvo que trabajar de lo lindo para aguantar esa renta con un inspirado Miguel durante la segunda parte. Que pudo, a la contra, marcar el segundo y se tuvo que contentar con el empate cuando Razvan batía al capitán blanquirrojo desde los once metros a 5 minutos del final. Ahora el jueves ante el Valladolid B llega el momento de hacer grande este punto para afianzarse en la zona noble, donde este equipo quiere estar hasta el final de la liga regular.
Guijuelo: Felipe Ramos; A. Moreno (Carlos Rubén, min. 67), Razvan, Gonzalo (Rico, min. 46), Yeray, Javi Moreno, Fran Pastor, Ramiro (Raúl Ruiz, min. 67), Marc Nierga, Óscar Valero y Lambarri.
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos (Gago, min. 80), Julio Rico, Moisés, Sergio Martínez; Jacobo Trigo; Titi (Iker Alegre, min. 70), Chevi (Muneta, min. 62), Abaroa, Menudo; y Camochu.
Goles: 0-1, min. 39: Camochu. 1-1, min. 85: Razvan, de penalti.
Árbitro: Villenas Contreras (colegio Manchego). Expulsó al ayudante sanitario local (min. 86). Amonestó a los locales Yeray (min. 54), Javi Moreno (min. 64) y Razvan (min. 89); y a los visitantes Abaroa (min. 70) y Julio Rico (min. 84)
Incidencias: 400 espectadores en el Municipal de Guijuelo.
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