Silvestre Paradox, protagonista de la novela homónima
que satiriza el ambiente de la bohemia del Madrid de la época y que fue publicada por Pío Baroja en 1901, se instaló en una buhardilla de la calle Tudescos.
Éste era su retrato:
SILVESTRIS PARADOXUS
Caracteres antropológicos Pelo, rojizo Barba, idem Ojos, castaños Pulsaciones, 82 Respiraciones, 18 por minuto Talla, 1,51 Braquicefalia manifiesta Angulo facial, Goniómetro de Broca, 80,02 Individuo esencialmente paradoxal