Entre los títulos que marcarán el inicio del año destacan dos estrenos que encarnan esa vocación familiar: Las Pequeñas Cosas, de la compañía La Mecànica, y Komunumo, de Eléctrico 28. Dos montajes que, desde lenguajes distintos, ponen en primer plano la infancia, la convivencia y la importancia de mirar el mundo con ojos nuevos. Son obras pensadas para que niños y adultos se sienten juntos en la butaca, rían, se emocionen y salgan con ganas de seguir conversando en casa.
Ambos espectáculos convierten la escena en un espacio de encuentro, juego y reflexión compartida. Un lugar donde los objetos piensan, los adultos se equivocan y los animales se convierten en metáforas de nuestras propias contradicciones. Un teatro que no pretende dar respuestas cerradas, sino compartir dudas, generar empatía y provocar reflexión.
Las Pequeñas Cosas: un juego compartido entre generaciones
La Mecànica regresa a Madrid, del 2 al 4 de enero, con un montaje que ya ha cosechado premios como el ATAPIB a Mejor Dirección y la Mención Especial de los Premis Ciutat de Palma. Dirigida por Pau Bachero, la obra combina teatro físico, objetos y títeres para plantear una pregunta tan sencilla como incómoda: ¿cuándo dejamos de jugar los adultos?
El espectáculo se distingue por un proceso participativo único: en cada ciudad se integran las voces de niñas y niños locales, recogidas en talleres, que se incorporan a la dramaturgia. Así, cada función se convierte en una versión irrepetible, conectada con la comunidad anfitriona y profundamente arraigada en la voz real de la infancia.
En escena, cuatro intérpretes —Aina Zanoguera, Alejandro Navarro, Borja Tous y Carme Serna— dan vida a un universo donde mochilas, coches teledirigidos o globos se transforman en símbolos de la crianza y la ternura. La crítica lo ha definido como «un lenguaje visual bello, divertido y fresco; un caleidoscopio de metáforas que hacen a pequeños y grandes espectadores carcajearse de la risa».
La propuesta nació durante la pandemia, cuando la imagen de los perros paseando por la calle mientras los niños permanecían encerrados en casa se convirtió en metáfora de una desigualdad invisible. De esa pregunta —¿tienen voz los más pequeños?— surgió una investigación escénica que puso en el centro las palabras, deseos y frustraciones de niñas y niños reales. Escucharlos fue la primera acción artística, y desde esa escucha se construyó un lenguaje visual, poético y corporal que explora el juego, la crianza y la distancia entre el mundo infantil y el mundo adulto.
Las Pequeñas Cosas es, sobre todo, una invitación a compartir en familia. Los adultos se reconocen en sus dudas y errores, los niños se ven reflejados en su espontaneidad y sinceridad, y juntos descubren que el teatro puede ser un espacio para reír, emocionarse y recuperar la capacidad de jugar. Una travesura escénica que invita a reconciliarnos con nuestra propia infancia y a recordar que ser adulto no debería implicar dejar de jugar.
Komunumo: una fábula bestial sobre la convivencia familiar
Por su parte, la compañía Eléctrico 28 presenta Komunumo, un espectáculo de máscaras y títeres con música en directo que reflexiona sobre la convivencia intergeneracional. Dirigido por Ana Redi-Milatovic y Jordi Solé, la obra nos sitúa en una comunidad atípica formada por un simio cuidadoso, dos caballos incansables y un mapache amante de la música. La llegada inesperada de un huevo tropical altera el equilibrio y obliga a sus habitantes a replantear su modelo de cuidados. La obra se estrenará el 20 de diciembre, poniendo fin a su representación en La Abadía el día 28 del mismo mes.
La propuesta supone un paso adelante tras el éxito internacional de Full House, espectáculo con el que la compañía giró durante siete años por toda Europa. Con humor, poesía y un despliegue visual sorprendente, Komunumo reivindica que todas las generaciones —niños, jóvenes, adultos y mayores— son necesarias para construir un futuro común.
El montaje se atreve a unir dos lenguajes escénicos que rara vez se combinan: las máscaras y los títeres. “¿Una actriz con máscara de caballo manipulando el títere de un pájaro? Sí, se puede”, afirma Jordi Solé. El resultado es una fábula bestial que, con música en directo y un elenco coral, invita a pensar en la importancia de cuidarse entre generaciones y de buscar nuevas maneras de vivir.
Eléctrico 28, reconocida con el Premio Ojo Crítico 2025 de Teatro, ha consolidado una trayectoria marcada por la innovación y la cercanía con el público. Sus espectáculos han sido nominados a los Premios Max y a los Premios de la Crítica de Catalunya, y han recibido galardones como el Premio Feten al mejor diseño de sonido. Con Komunumo, la compañía amplía su universo poético y reafirma su compromiso con un teatro que combina técnica, imaginación y reflexión social.
Y lo hace con un objetivo claro: ofrecer a las familias un relato compartido, donde los más pequeños disfrutan de la fantasía y los adultos reconocen en los animales metáforas de sus propias contradicciones. Un espectáculo que invita a conversar después de la función, a seguir imaginando juntos y a reforzar la idea de que el cuidado es una tarea colectiva.
Una temporada para compartir en familia
Ambas producciones encarnan el espíritu de la temporada 2025/2026 de La Abadía: un teatro que se abre a la participación ciudadana, que escucha las voces de la infancia y que apuesta por lenguajes híbridos capaces de emocionar y hacer pensar. Pero, sobre todo, son espectáculos familiares, pensados para que niños y adultos compartan la experiencia teatral y creen juntos momentos que perduren en la memoria.
La programación de este curso se articula como un mosaico de propuestas que buscan ensayar futuros posibles. En el caso de Las Pequeñas Cosas, el futuro se imagina desde la mirada de los niños, desde su capacidad de juego y su sinceridad desarmante. En el caso de Komunumo, el futuro se construye desde la convivencia intergeneracional, desde la necesidad de que todas las edades se reconozcan y se cuiden mutuamente.
La Abadía reafirma así su papel como institución cultural que no solo programa espectáculos, sino que acompaña procesos de creación, fomenta la participación comunitaria y se abre a lenguajes diversos. Con Las Pequeñas Cosas y Komunumo, el teatro de La Abadía, demuestra que la escena puede ser un espacio para ensayar futuros más inclusivos, más lúdicos y más humanos. Y, sobre todo, un lugar donde las familias puedan reunirse, disfrutar y crear recuerdos compartidos.
La programación de La Abadía no se detiene en estos estrenos familiares. A lo largo de la temporada 2025/2026 llegarán también nuevas producciones con intérpretes de primer nivel de la escena española, como Adriana Ozores, Gloria Muñoz, Rebeca Hernando, Fernando Guayar y Loreto Mauleón, entre otros. Puedes consultar todos los detalles sobre el final de la temporada 2025-2026 pinchando en este enlace.