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“Cuando entró la reina Letizia pensamos que era un fake”

El día en el que el humorista Joaquín Reyes imitó a Letizia Ortiz (I de España y V de Malasaña, decía) soltando aquello de “yo antes que monárquica soy hipster” tal vez no sabía que sus palabras se acabarían pareciendo tanto a la realidad. Porque la reina visitó el pasado miércoles, de madrugada, uno de los locales más de moda en el barrio, La Bicicleta Café, para sorpresa de los que allí se encontraban, que no podían ni imaginar una visita regia en ese lugar ni a esas horas de la noche.

“Cuando entró la reina Letizia pensamos que era un fake”, confiesa durante una entrevista a este periódico el encargado del local, Darío. Él fue el que acudió a atenderla cuando entró por la puerta del lugar ubicado en la plaza San Ildefonso con un grupo de amigos. Era la una de la madrugada y el café estaba en su apogeo. “No nos habían avisado de que vendría, así que al principio flipamos, luego ya hablamos con ella y nos dimos cuenta de que era la de verdad”, añade.

Darío cuenta que el estilo desenfadado del local y de su propio personal evitó protocolo alguno, y que Doña Letizia se sentó en una de las sillas de madera que estaban libres -a esas horas, los sofás del bar están muy cotizados-. Incluso se animó a charlar con la monarca y le dejó claro que él era republicano. “Se lo solté en medio de la conversación”, dice consciente de que sus palabras han creado cierta polémica posterior (tanto que La Bicicleta eliminó las referencias a la visita que había publicado antes en su Facebook), “pero en ningún momento de una forma no respetuosa. Ella se tomó bien la crítica”, explica.

“Lo que más me impresionó de la charla fue el hecho de darme cuenta de que estaba hablando con un futuro personaje histórico”, recuerda Darío, que cursó en la universidad estudios relacionados con la historia. Pero la conversación no movió ni un ápice su ideario: “Yo soy republicano y no voy a cambiar mis convicciones por esto. Prefiero que el jefe del Estado sea elegido democráticamente. Pero tampoco les deseo mal ni quiero que los reyes acaben al exilio”, aclara.

Cervezas y propina

La reina Letizia, que disfrutó de una noche con amigas y amigos mientras su marido se encontraba de viaje oficial en Alemania, tomó cervezas y sus acompañantes apostaron por el gin tonic. Cuando marcharon, se despidieron amistosamente del personal del local y dejaron propina. “No les invitamos. Pagó ella, así que en realidad pagamos todos los españoles”, puntualiza con sorna Darío. Luego siguió su ruta malasañera cogiendo la Corredera y girando por Espíritu Santo para acabar la noche en El Rincón. Durante el trayecto incluso fue sorprendida por las cámaras.

Ella, que se está convirtiendo en una habitual de Malasaña, es la última de las caras conocidas que se pasean habitualmente por La Bicicleta, un local que desde su apertura a principios de 2013 se ha convertido en un referente de la estética hipster en la capital, esa en la que abundan decoraciones de madera, suelos desconchados y bicicletas con aire retro. Aunque el local nació inicialmente -y continúan siéndolo- como cycling café, un workplace, también lugar de encuentro para los amantes de las bicicletas que organiza reuniones de asociaciones ciclistas o quedadas para ver el Tour de Francia en pantalla gigante. Un detalle de su gusto por el ciclismo viejuno es su contraseña del wifi: pericodelgado.

Esta mezcla de bicicletas, cafés y aire retro atrae a famosos habitualmente: “Suelen venir muchos, pero no les molestamos ni pedimos autógrafos, ni nada de eso. No es nuestro estilo. Lo de Letizia fue una gran excepción”, explica Darío, quien espera que la reina de España repita en su local: “Le invité a que volviera a tomar café, porque tenemos uno de los mejores de Madrid. Quiero fidelizarla”, dice socarrón.