Tres cuartas partes de los murcianos (un 76%) se sienten satisfechos con su calidad de vida actual, según la II Encuesta de Calidad y Hábitos de Vida en la Región de Murcia. También calificaban de forma positiva a la calidad de vida de la Región, con un 68.7% de los encuestados puntuándole entre el 7 y 10.
La Cátedra y Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia ha presentado este lunes esta encuesta, “una radiografía de la sociedad murciana, sobre todo sobre de sus actitudes y características psicográficas”, ha definido el director de la cátedra, Ismael Crespo.
“La sociedad murciana se siente feliz. A pesar de las dificultades económicas, se basa mucho en las relaciones personales, lo que constituye un colchón que les lleva a tener esa percepción de una vida cómoda y feliz”, ha abundado el sociólogo.
El 60,1% de los entrevistados declara haberse sentido feliz recurrentemente («siempre» o «casi siempre») durante el último mes, un porcentaje que el año pasado era algo superior (alcanzó el 65%).
Los factores que para las personas entrevistadas inciden en esta percepción de felicidad son la satisfacción con las relaciones personales, familiares y de amistad. Quien puntúa más alto en este indicador tiene más probabilidades de sentirse feliz de manera recurrente, mientras que el efecto de la situación económica se diluye al considerar otras variables.
Con una muestra representativa de más de un millar de personas, se trata de la segunda edición de este estudio, el único de estas características en la Región. De la anterior publicación a esta, ha explicado el catedrático, se han obtenido resultados muy similares, especialmente en lo pertinente al perfil psicográfico de los murcianos: “Estamos ante una sociedad enormemente hedonista, que le gusta la vida en común, la vida y las relaciones personales”.
La encuesta dibuja dos estilos de ocio y de ciudadanía. Predomina el sociable y hedonista, con dos de cada tres personas optando por salir a tomar algo con amigos (66,3%), frente a un 27,9% que elige ir al teatro, cine o museos. La preferencia por la cultura crece con la edad: solo el 15,7% de los entrevistados de 18–30 años elegiría un plan cultural, porcentaje que supera el 30% para quienes tienen 65 y más años.
Desciende la satisfacción por la seguridad
A partir de las percepciones de los entrevistados, el estudio construye un Índice de Calidad de Vida (ICV) con nueve indicadores agrupados en cuatro dimensiones (ocio y relaciones personales, condiciones materiales de vida, servicios públicos y seguridad). Según este índice, las personas de 65 o más años presentan la mayor calidad de vida (con una media de 7,5), mientras que los adultos jóvenes (31 a 44 años) registran la más baja, con un valor medio de 6,4.
Dentro de los diferentes indicadores utilizados para medir la calidad de vida, la satisfacción con la percepción de seguridad es el peor valorado, con 5,9 puntos, y desciende respecto a la primera edición de la encuesta (año 2024), cuando alcanzó los 6,3 puntos: “Aquí entra la percepción de la seguridad física, pero también la seguridad económica y de bienestar”, ha enumerado Crespo.
Los dos indicadores de calidad de vida en los que los entrevistados muestran un mayor nivel de satisfacción son, por un lado, sus relaciones personales (8,5) y, por otro, la vivienda en la que residen (7,9).
Los 'millennials', asfixiados por la economía
El 37,5% de la población entrevistada declara dificultades para llegar a fin de mes, 3,3 puntos más que hace un año (34,2%). Por edad, el grupo de 31 a 44 años -la generación millennial- es el que más dificultades atraviesa (55,6%).
En cambio, los más jóvenes (18 a 30 años) y los mayores de 65 presentan niveles sensiblemente más bajos: solo declaran tener dificultades económicas un 29,8% y un 23,2% de ellos, respectivamente: “Los más jóvenes y los más mayores tienen mejor percepción de calidad de vida, mientras que aquellos que sufren más son los adultos jóvenes. Los 'millennials' sufren más por la presión laboral, el costo de vivienda y falta de tiempo”, ha explicado el politólogo.
El nivel educativo actúa como factor protector: entre quienes tienen estudios universitarios las dificultades se reducen.
Los municipios pequeños, más insatisfechos
Con respecto al municipio de residencia, la valoración de la calidad de vida existente en la Región de Murcia es más baja entre los entrevistados que residen en los municipios de menos de 10.000 habitantes en comparación con el resto. Estos datos informan de la existencia de una posible brecha de desigualdad territorial en términos de dotación de servicios y garantías de calidad de vida: “Solemos mantener una idea bucólica de que en los pueblos se vive mejor, pero los municipios pequeños echan en falta servicios, oportunidades de empleo y de ocio”, ha explicado el catedrático.
“Los jóvenes de la generación Z que viven en pueblos de menos de 10.000 habitantes se quejan, por ejemplo, de que para salir tienen que desplazarse hasta Murcia capital, Cartagena o a Lorca”, ha ejemplificado Crespo.
Los 'zeta' se informan a través de redes sociales
La ciudadanía se divide casi por igual entre medios tradicionales y redes sociales como canal prioritario para obtener información sobre la actualidad, 50,9% frente a 46,7%. La elección es generacional: el 74,4% de los menores de 30 prefiere informarse a través de las redes, frente a solo el 18,9% de los mayores de 65.
Según las preferencias partidistas, entre los votantes del PP, PSOE y Podemos–IU–AV prevalecen los medios tradicionales. Entre los de Vox ocurre lo contrario, con un 59% que opta por las redes sociales.
Es llamativo la división del asociacionismo por grupos de edad, que desciende cuanto más joven es el entrevistado: mientras que solo el 15,5% de los jóvenes entre 18 y 30 años y el 22,8% de los adultos jóvenes (31-44) es miembro de alguna asociación, el porcentaje se eleva hasta el 38,6% para quienes tienen entre 45 y 64 años y todavía más (40,3%) para las personas de 65 y más años.
“La falta de implicación de los jóvenes en el tejido cívico resulta preocupante en términos democráticos. La debilidad del capital social a estas edades puede favorecer la expansión de visiones más individualistas y menos cooperativas, acompañadas de una menor confianza institucional e interpersonal, un sentido de comunidad más débil y una relación más distante con la política” ha advertido el estudio.
El perfil psicográfico que emerge en la encuesta es el de una ciudadanía que valora la estabilidad, desea sentirse segura, respeta las tradiciones y presenta una baja tolerancia al riesgo y a la experimentación. La búsqueda de novedades y de estimulación es minoritaria, al tiempo que la ambición de éxito personal también resulta moderada. Tan solo un 22,9% de los ciudadanos entrevistados siente que la búsqueda de una vida emocionante y con riesgos le describe totalmente, y poco más del 32% reconoce sentir que la búsqueda del éxito personal es un rasgo que define profundamente su personalidad.
Por lo que respecta a la actitud frente al Medio Ambiente, el 76,6% de los entrevistados opta por proteger el medio ambiente, incluso si eso supone dañar el crecimiento económico. Las actitudes proambientales son mayoritarias y se extienden de forma transversal en términos sociodemográficos, consolidándose como un valor compartido entre la ciudadanía de la Región de Murcia.
Solo por afinidad política se observan diferencias reseñables. La conciencia medioambiental es dominante entre los votantes de Podemos–IU–AV (100%) y el PSOE (90,4%), es alta entre quienes apostaron por el PP (69,3%), y menor entre los votantes de Vox (56,3%).