La exposición itinerante '40 años en memoria de Mikel Zabalza' ha llegado este jueves a Pamplona en su recorrido por distintas localidades vinculadas al joven navarro que murió en el cuartel de Intxaurrondo víctima de las torturas que recibió por parte de la Guardia Civil en 1985. Se trata de un autobús como el que conducía Zabalza en Donostia y en el que en su interior se han colocado paneles informativos que cuentan la historia de su caso y la reclamación de su familia por conocer la verdad. 40 años después la versión oficial sigue siendo la de que falleció ahogado tras haberse escapado del reconocimiento de un supuesto zulo terrorista en ese punto, cuando un informe del Gobierno vasco del año 2022 adelantado por este periódico acreditó que había muerto en Intxaurrondo por las torturas que sufrió.
“El caso de Mikel Zabalza es el más conocido de los cerca de 1.000 casos de tortura en Navarra, y en él se juntan de alguna manera todas las injusticias que hemos padecido las personas torturadas en Navarra: la falta de reconocimiento, la falta de justicia y, en general, la impunidad con la que se nos ha torturado aquí”, ha explicado Mikel Soto, miembro de la Red Navarra de Personas Torturadas, que junto con la asociación Mikel Zabalza Gogoan y antiguos compañeros suyos de trabajo han organizado la exposición, que estará en Pamplona hasta el 7 de diciembre y que finalizará en Donostia el 14 de diciembre.
Mikel Zabalza era un joven treintañero navarro que no tenía ningún tipo de vinculación con ETA, pero que fue detenido por la Guardia Civil en Donostia en la madrugada del 26 de noviembre de 1985 merced a la Ley Antiterrorista que le confería poderes especiales para interrogar a detenidos y suspender derechos. En Intxaurrondo sufrió “graves torturas y tratos inhumanos y degradantes” que le provocaron la muerte. Su cuerpo no apareció hasta el 15 de diciembre en el río Bidasoa, en la zona de la zona de Endarlatsa, un punto que une Gipuzkoa y Navarra con la frontera francesa.
Desde entonces su familia reclama que se conozca toda la verdad de lo sucedido aquellos días en el cuartel de la Guardia Civil. “Por parte del Estado es cierto que los pasos que se han dado son pocos”, lamenta Mikel Soto, que mantiene la “esperanza” en que la movilización social pueda ayudar a que se desclasifiquen los archivos del 'caso Zabalza'. “Sería extraordinario que por el aniversario se diera algún paso, pero no espero que suceda, no interesa sacar a la luz lo que pasó”, explicaba su hermana hace unos días a este periódico.
“Es una ley firmada por el generalísimo Franco, es una ley franquista que además da a la Junta Militar la potestad de abrir los expedientes y la documentación, y en casos como el de Mikel Zabalza difícilmente se podrá dar más avances si no se cambia esa ley”, ha añadido la vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra, Ana Ollo.
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