Este martes se ha desarrollado una jornada en la que han participado más de medio centenar de personas pertenecientes al sistema navarro de innovación y público general interesado en la búsqueda de la excelencia científica incluyendo la dimensión de género-sexo en todas las fases y procesos de la investigación.
En la jornada ha participado María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Alicante, que ha sido la encargada de ilustrar con ejemplos e investigaciones que “para mejorar la ciencia, hay que reconocer que hay imprecisiones empíricas en las investigaciones que no tienen en cuenta la perspectiva de género-sexo tanto en las diferentes patologías como en el tratamiento de enfermedades”.
Entre los ejemplos más estudiados, en los que de manera precisa se hacen patentes las desigualdades entre hombres y mujeres, destacan el diagnóstico, detección y tratamiento de enfermedades como el ictus, el cáncer, la espondiloartritis o el infarto.
En concreto, en un ataque al corazón, las mujeres y hombres padecen síntomas diferentes. Ruiz Cantero ha explicado que las mujeres no siempre sufren dolor y los síntomas son ligeramente diferentes a los de un hombre. Debido a esta diferencia, generalmente hay un mayor retraso en el diagnóstico del infarto a mujeres, alrededor de una hora, lo que aumenta la mortalidad en mujeres.
“Existen, hoy en día, muchas diferencias todavía entre el número de hombres y mujeres en los ensayos clínicos. Las mujeres no están representadas. En definitiva, es mala ciencia”, ha concluido la experta.