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Ayuso oye voces

3 de diciembre de 2025 21:33 h

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ETA está preparando su asalto al País Vasco y Navarra con la complicidad, por supuesto, del pérfido Pedro Sánchez. Lo dijo Ayuso el pasado domingo en el Templo de Debod, al lado del inane faraón Anatop, y quien lo ponga en duda es un miserable. Y es que, si lo dice Ayuso, será verdad, que por algo ella es la indiscutible lideresa de todas las derechas y ultraderechas rojigualdas. Así que, con su permiso, el de Ayuso y el de ustedes, queridas y queridos lectores, yo voy a ir más lejos. Pienso que Ayuso se queda corta en su denuncia de la pesadilla que se abatirá sobre España si Sánchez no abandona de inmediato La Moncloa y se presenta voluntariamente en la cárcel de Soto del Real.

No es solo ETA, no. Según fuentes de toda solvencia que me lo han soplado mientras dormía, el rey Boabdil redivivo, con el apoyo de sus correligionarios el sultán de Fez y el Gran Turco de Estambul, se apresta a recuperar el reino nazarí de Granada y, ya puestos, todo Al Andalus, hasta la mismísima Covadonga. Tendrá que competir con el villano Fu Manchú, quien, usando la red de tiendas y restaurantes chinos en nuestro país, planea conquistar la Sala Segunda del Tribunal Supremo y, a partir de esta poderosísima institución, toda España.

No se rían, no. La doblez de Sánchez es tal que pacta el desguace de España al mismo tiempo con ETA, Boabdil y Fu Manchú. Y sepan ustedes que, además, ha negociado también con Satanás la entrega de todos los territorios españoles desertificados por el cambio climático para proceder a una ampliación de las Calderas de Pedro Botero, que se han quedado pequeñas con tanto pecadores como hay en los últimos tiempos. Con una salvedad: las Islas Canarias. Estas, de indudable valor astronómico, pasarían a formar parte de la nueva generación de bases espaciales del Imperio Galáctico del Canciller Palpatine.

Las fuentes de Ayuso para anunciar el regreso de ETA a los catorce años de su defunción son absolutamente fiables, ni más ni menos que las voces que oye en la terraza de su lujoso ático de Chamberí. En esa altura privilegiada de la Villa y Corte, los muertos le hablan a la lideresa, como le hablaban a Cole, el niño de El Sexto Sentido. Ella no solo los oye y los escucha, también puede verlos porque tiene un don del que carecemos ustedes y yo, pobres desgraciados que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices. Los muertos le dicen alto y claro que la realidad no es solo lo que vivimos ustedes y yo, que en este mundo hay otros muchos otros mundos paralelos, como bien sabe Iker Jiménez. Y que en uno de ellos siguen existiendo vascos encapuchados que, dándole al chacolí, planean secuestros y atentados de los que informan por WhatsApp al #PerroSanxe.

Cuando oye voces en su terraza en Chamberí o en el Templo de Debod, a Ayuso se le pone esa cara que parece hacer honor a su acrónimo de IDA. Pero no lo atribuyamos nosotros, pobres mortales, a una perturbación del espíritu. No es eso, en absoluto. Es la cara de Moisés ante Yahvé en el monte Sinaí. La de la Sagrada Familia ante la visita a Belén de los Reyes Magos. La de los pastorcillos de Fátima ante la Virgen María. Es la cara que se les pone a los seres privilegiados, a los elegidos, ante una Epifanía, una manifestación de lo sobrenatural.

Ustedes y yo no somos capaces de ver los elfos, unicornios y príncipes azules a lomos de Maserati con los que cohabita la lideresa. Nosotros somos unas pedestres mediocridades como lo fue el apóstol santo Tomás, que tuvo que tocar las llagas de Cristo para creer en su Resurrección. Por eso nos llena de pasmo la noticia de que ETA está más viva y coleando que nunca.

Pero los portentos existen, vaya que existen. Y en ellos creen muchos seres humanos a lo largo y ancho del planeta. Son esos millones que están convencidos de que Elvis Presley sigue vivo, la Tierra es plana y la gobiernan los alienígenas desde su aterrizaje en 1947 en Roswell y el covid lo inventó Bill Gates para ponernos microchips con las vacunas y poder así esclavizarnos.

No desdeñemos el fascinante poder de las Siete Puertas del Misterio. No nos extrañemos de que Ayuso gane las elecciones en Madrid. Los prosaicos dirán que es porque a muchos votantes les gusta la lluvia dorada, los higienistas que es porque a la peña le gusta la fruta. Yo diría que es porque Ayuso es una maga sin par, una vidente de la estirpe de Madame Blavatsky y Baba Vanga.