La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha presentado hoy en el Foro Económico Mundial de Davos el modelo adoptado por la capital para afrontar el futuro de su desarrollo urbano y los pasos tomados para responder al reto de ser una “ciudad inteligente”.
Botella ha participado en una sesión que ha reunido a regidores, líderes empresariales y expertos para analizar los distintos modelos planteados para afrontar los problemas urbanos, y se ha centrado en el nuevo sistema de contratación, la apuesta por la movilidad inteligente y el uso eficiente de los recursos.
Madrid, según ha informado su gabinete en un comunicado, ha sido “pionera” en la implantación de un sistema de transformación de los residuos en electricidad y gas, que lleva aparejada la reducción de 300.000 toneladas al año de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La estrategia madrileña, según esa nota, radica en “aunar los esfuerzos tanto públicos como privados y sumarles el talento de los emprendedores”, con el objetivo de “hacer más con menos”.
A modo de ejemplo, se citó que el Ayuntamiento ha implantado un modelo de contratación para servicios públicos esenciales como limpieza, alumbrado y conservación de calles y parques, en el que seis contratos integrales “han sustituido a más de un centenar vigentes hasta ese momento, con el consiguiente ahorro de 98 millones de euros anuales”.
Ese modelo, según los datos ofrecidos, incluye un nuevo sistema de control de calidad, en el que los pagos están vinculados a la calidad en la prestación.
“Las ciudades inteligentes son también las más ecológicas”, ha destacado la alcaldesa en la sesión “El futuro del desarrollo urbano”.
Entre los pasos de los que se ha congratulado en Davos la capital figura el esfuerzo en pos de la calidad del aire, que se ha traducido, según sus cifras, en la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero en más de un 16% respecto a 2008.
En esa puesta en común de experiencias se ha incluido el plan para comenzar a regular a partir de mayo el estacionamiento viario con criterios basados en la emisión de contaminantes de los vehículos y los volúmenes de tráfico.
Y también, en la línea de la sostenibilidad, se ha hecho constar que Madrid cuenta con una red de agua reciclada “cuyos ahorros anuales equivalen al consumo de agua de una ciudad de 80.000 habitantes”.