La Mesa del Congreso de los Diputados ha decidido poner fin a la costumbre de subvencionar con fondos públicos la venta de bebidas alcohólicas de alta graduación en las cafeterías del edificio. Por decisión del presidente de la Cámara, Jesús Posada, se cambiará el pliego de condiciones de la concesión para que las copas queden fuera de los precios especiales que rigen en los establecimientos. Por tanto, los gintonics se pagarán a precio de mercado.
La decisión de Posada se ha producido tras recibir muchas llamadas sobre este asunto, uno más en la larga lista de polémicas que contribuyen a perjudicar la imagen de los políticos. Al principio, el presidente del Congreso no no le dio ninguna importancia a la polémica. Después de que se conocieran los precios en los restaurantes y cafeterías del Congreso, recogidos en el pliego de condiciones para los aspirantes a conseguir el contrato, Posada pidió no sacar “las cosas de quicio” con este asunto.
Cuando le preguntaron por los precios de los gintonics en la Cámara, dijo que, en sus más de 20 años de parlamentario, ha visto “muy poca gente tomando gintonics” en la Cámara. “No es la costumbre de los diputados, en absoluto”.