Durante un coloquio en el Club Siglo XXI, Borrell ha señalado que ya hay normas para evitar que el armamento se utilice de este modo y ahora se trata de hacer más eficaz ese control y hacer “más exigentes” las condiciones que pone la Junta Interministerial para el control del comercio de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU) que autoriza las exportaciones.
Exteriores ya anunció en agosto, días después de un ataque a Yemen en el que murieron decenas de personas, la mayoría niños, que revisaría las condiciones de venta de armamento a la coalición liderada por Arabia Saudí en ese país. Según ha dicho, se trata de “equiparar la normativa a la de otros países” aunque ha reconocido que no hay tanta diferencia.
Sin embargo, el ministro ha hecho hincapié en que la decisión del Gobierno de entregar a este país 400 bombas láser --“proyectiles teledirigidos”, ha dicho-- no vulnera ninguna ley y que ha pasado tres veces por la JIMDDU. Según Borrell, la ley restringe la venta de material a países que puedan usarlo para reprimir los derechos humanos. Además, ha incidido en que “sería muy raro” que el Ejecutivo, este y los anteriores, hayan vulnerado la ley sin que nadie les hubiera advertido.
Borrell no ha querido dar más explicaciones que las que ya dio el presidente del Gobierno y ha señalado que la atención se ha puesto en este “contrato de baja cuantía” cuando, en realidad, estas no son las únicas armas que se han vendido a Arabia Saudí.
“Comprendo que haya gente que piense que no se deben comprar ni vender armas, pero España tiene una industria armamentística y vende, y también compra. No estamos vulnerando ninguna ley”, ha zanjado.