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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

HRW denuncia el uso excesivo de fuerza letal por las autoridades de Egipto

EFE

Nueva York —

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El uso excesivo e injustificado de fuerza letal por las fuerzas de seguridad egipcias es el principal responsable del elevado número de víctimas en las protestas en ese país, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).

La organización de defensa de los derechos humanos divulgó hoy el resultado de una investigación en los acontecimientos de la pasada semana en Egipto, que comenzaron con el desmantelamiento el día 14 por las autoridades de campamentos urbanos de protesta convocados por los Hermanos Musulmanes.

Según las autoridades, el total de muertes ese día fue de 638, incluyendo 43 policías, pero HRW indica que sólo en el desmantelamiento del campamento de Rab'a al-Adawiya hubo “al menos 377” muertos, frente a los 288 reconocidos por el Gobierno.

“La decisión de usar munición real a gran escala desde el principio refleja el fracaso en respetar los estándares internacionales básicos de policía sobre el uso de la fuerza letal”, señala la organización en un comunicado.

Ese nivel de uso de la fuerza no se justificaba por los disturbios causados por los manifestantes o la “limitada posesión de armas” por algunos de ellos, añade HRW, quien también lamenta que no se ofreciera la posibilidad a que los participantes en las protestas pudieran marcharse de forma segura.

“El excesivo e injustificado uso de la fuerza letal constituye la peor respuesta posible ante la situación tan tensa de Egipto”, expresó en el comunicado Joe Stork, director en funciones de Human Rights Watch para Oriente Medio y el Norte de África.

La organización indicó que investiga la disolución de los campamentos de protesta de los Hermanos Musulmanes de Rab'a al-Adawiya (en Nasr City) y de Nahda (en Giza), de los que la primera fue la más grave.

Los manifestantes dijeron que “intentaron marcharse, pero estaban atrapados por los disparos que venían de todas direcciones”, señala en un vídeo Heba Morayef, directora de HRW en Egipto.

Las autoridades “deben controlar a la policía” y ordenar una rendición de cuentas de los episodios violentos porque “de lo contrario hay pocas esperanzas de prevenir una escalada” de conflicto, añadió Morayef.

La organización afirma que está usando vídeos grabados entonces, hablando con testigos y entrevistando a personal médico de hospitales.

Además, HRW critica a las fuerzas de seguridad por no proteger las iglesias cristianas coptas que fueron atacadas por militantes islámicos en represalia por la violencia.

Al menos 32 iglesias fueron atacadas y veinte de ellas incendiadas, en unos incidentes en los que murió un cristiano.

Los responsables egipcios de seguridad “son responsables” no solo por lo que hicieron en la represión de las protestas sino por su fracaso en proteger las iglesias y a las comunidades cristianas “frente a ataques de represalia predecibles”, afirmó Stork en la nota.