París, 31 ago (EFE).- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, cumple este martes la promesa que hizo el pasado 6 de agosto de volver al Líbano para acelerar la instalación de un gobierno de unidad y evaluar la situación tras la explosión en el puerto de Beirut.
En esa primera visita a la capital libanesa, dos días después de un suceso que dejó 190 muertos y más de 6.500 heridos, el jefe del Estado francés se había comprometido a supervisar la llegada de la ayuda y había instado a las autoridades locales a acometer reformas estructurales.
Posteriormente, el 9 de agosto, Francia y Naciones Unidas organizaron una videoconferencia que reunió a una treintena de mandatarios y altos responsables de todo el mundo y de instituciones como la Unión Europea o el Banco Mundial para coordinar el apoyo, que se elevó a 252,7 millones de euros.
Macron aseguró entonces que esa ayuda no era un “cheque en blanco” y, tras la dimisión en bloque del anterior gobierno libanés, ha pedido un pacto político para formar un nuevo Ejecutivo con el que intentar que el país salga de la peor crisis que sufre desde el final de la guerra civil (1975-1990).
Un gobierno que, según fuentes del Elíseo, sea “limpio, eficaz y capaz de poner en marcha las reformas y de tomar las decisiones que permitan apoyar al Líbano a aquellos que están dispuestos a hacerlo”.
Su agenda oficial comenzará el 1 de septiembre, día del centenario de la creación de ese país, aunque Macron llegará este lunes por la tarde a Beirut.
Desde allí irá a la ciudad costera de Antelias, al norte de la capital, para entrevistarse con Fairuz, diva que a sus 84 años está considerada como la cantante árabe más importante tras el fallecimiento de la egipcia Um Kulzum en 1975.
Este mismo lunes, según la Presidencia gala, mantendrá igualmente reuniones de corte político que sentarán las bases de las conversaciones más formales del martes, donde verá entre otros al presidente libanés, Michel Aoun, y al del Parlamento, Nabih Berri.
Aoun ha fijado para este lunes las consultas parlamentarias con el objetivo de designar al candidato a primer ministro del país, que sería el tercero en un año, y este domingo instó a que el Líbano sea declarado un “Estado laico” como solución a la crisis que atraviesa.
Macron hablará el día 1 con los representantes de los nueve principales partidos que se espera que estén implicados en la formación del nuevo Ejecutivo, se reunirá con ONG que trabajan sobre el terreno y visitará el puerto, epicentro de una tragedia en la que explotaron 2.750 toneladas de nitrato de amonio.
El presidente francés considera que hay que seguir con el país una línea exigente pero sin injerencias.
“Si abandonamos el Líbano en la región, si de alguna manera lo dejamos en manos de las vilezas de las potencias regionales, habrá una guerra civil”, dijo el viernes a la prensa francesa, ante la que alertó que sin reformas del mercado público o del sector energético y bancario su economía “se hundirá”.