El Grupo de Estudios de Política Criminal, integrado por jueces, fiscales y catedráticos de Derecho Penal de ámbito progresista propone la supresión de los delitos contra los sentimientos religiosos, una reforma de los delitos de provocación al odio y al terrorismo limitándolos a los casos en los que esa incitación sea pública y la despenalización de los delitos de injurias.
El documento Una propuesta alternativa de regulación de los delitos de expresión, presentado este viernes en Madrid, surge tras constatar que las sucesivas reformas del Código Penal han ido ampliando la protección de otros bienes jurídicos en detrimento de la libertad de expresión precisamente en un momento en el que la mayor conflictividad social fruto de la crisis económica ha llevado a muchos ciudadanos a elevar el tono de sus críticas. Según el grupo, la importancia de estas reformas cobra también mayor relevancia ante el uso masivo de redes sociales.
Lo cuenta Elena Herrera.