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Irlanda del Norte, pendiente de las urnas para superar su parálisis

Dublín —

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Belfast (R.Unido), 5 may (EFE).- Con los votos de todos los líderes políticos ya depositados, el electorado norirlandés participa este jueves en unos comicios autonómicos en los que la posible victoria del nacionalista Sinn Féin, por primera vez en los cien años de historia de la provincia, podría alargar la parálisis institucional que está provocando el Brexit.

De confirmarse los pronósticos, el antiguo brazo político del ya inactivo IRA, se ganará el derecho a designar a su líder en la región, Michelle O'Neill, como ministra principal, un cargo que sólo puede coexistir con un adjunto procedente de la segunda formación más votada, según disponen los acuerdos de paz de 1998.

Desde 2003, el todavía mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), fundado por el histórico reverendo Ian Paisley, ha ganado todas las citas autonómicas, pero está ahora al borde de una derrota que le obligaría a un papel secundario en el Gobierno de Belfast con el Sinn Féin, firme defensor de la reunificación de Irlanda a través de un referéndum.

De momento, los unionistas dirigidos por Jeffrey Donalson se han negado a decir si entrarán con los republicanos en el Ejecutivo que ellos mismos hicieron caer en febrero, pero sí han recalcado que no participará en él si las conversaciones que mantienen Londres y Bruselas no desembocan en la eliminación del protocolo del Brexit para la región, lo que augura una larga crisis.

Ante esta perspectiva, las encuestas han detectado un auge de formaciones no alineadas en torno a los dos bloques tradicionales, como verdes, izquierdistas o el Partido Alianza de Naomi Long, más centrado en esta campaña en abordar asuntos relacionados con la sanidad o el coste de la vida, una estrategia que le podría dar la tercera posición.

¿SINN FÉIN, VICTORIA SIN RECOMPENSA?

La Alianza, de centro liberal y no sectaria, superaría así el quinto puesto alcanzado en 2017, cuando entró en un Gobierno integrado por el DUP, Sinn Féin, el nacionalista Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) y el Partido Unionista del Ulster (UUP).

Cinco años después, al DUP le está pasado factura su defensa del Brexit, rechazada por la mayoría de los norirlandeses en la consulta de 2016, y su gestión del citado protocolo, pactado por Londres y Bruselas para amortiguar el impacto en la región de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

A Donaldson se le escapan votos hacia el UUP de Dough Beattie, contrario a este divorcio y partidario de “arreglar” el protocolo, y la Voz Tradicional Unionista (TUV), opuesto tanto al Brexit como a ese instrumento, pero también hacia la Alianza gracias al complejo sistema electoral de voto único transferible (STV, en inglés).

Mientras la división en el unionismo -que no obstante podría seguir siendo el bloque más numeroso en la Asamblea- debilita al DUP, el Sinn Féin le sigue ganando terreno al SDLP pese a que parte de su electorado transferirá votos a la Alianza, un fenómeno relativamente nuevo.

BLOQUEO UNIONISTA A LA AUTONOMÍA

Con un tercer bloque fuerte en el parlamento de Stormont, la formación de Long quiere impulsar un ambicioso proceso de reforma de los acuerdos de paz del Viernes Santo, a fin de evitar que los bandos unionista y nacionalista sigan abonados a las parálisis institucionales.

Los norirlandeses, según ella, quieren una Asamblea capaz de hacer frente a los problemas diarios, como el de las listas de espera en la sanidad -la más largas en todo el Reino Unido- o el encarecimiento de la energía.

Otros asuntos, reconoce Long, están en manos de Londres y Bruselas, que las próximas semanas deben afinar el funcionamiento del protocolo para convencer a los unionistas de que este instrumento no pone en riesgo la unión de la provincia con la corona británica.

Instalado en primera fila, el Sinn Féin esperará acontecimientos, pero ya ha advertido de que presionará a Londres y Dublín para que comiencen a “planificar” de una “manera estructurada” la celebración de un referéndum sobre la reunificación.

Los centros de votación, que abrieron este jueves a las 06.00 horas GMT, permanecerá abiertos hasta las 21.00 horas GMT, mientras que el recuento de sufragios comenzará el viernes a las 08.00 horas GMT.

Los primeros resultados podrían conocerse durante el viernes, pero el recuento suele avanzar despacio debido al complejo sistema electoral, por lo que el recuento final podría retrasarse hasta el sábado.

Javier Aja