La marcha por el 4 de diciembre acaba ante San Telmo advirtiendo que “sin sanidad ni educación, no hay autonomía ni igualdad”
La marcha que ha organizado este domingo en Sevilla la Plataforma 4D, para conmemorar la jornada que protagonizó el pueblo andaluz en demanda de la autonomía política el 4 de diciembre de 1997, ha concluido su recorrido ante el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía con una advertencia: “Sin sanidad, sin educación, sin servicios sociales, sin pensiones, sin atención a la dependencia, sin servicios básicos, no hay autonomía ni igualdad posible”.
La Plataforma 4D ha organizado este domingo en Sevilla una manifestación con motivo del 'Día Nacional de Andalucía', bajo el lema 'Por la soberanía, por la defensa de los servicios públicos, por la paz'. Al término, en la lectura de manifiesto han puesto el foco en los servicios sociales, especialmente en la sanidad, a la que han descrito “troceada y entregada al negocio privado”, mientras han señalado que se trata de “una transformación de nuestra salud en mercancía; nuestras enfermedades, en contratos y nuestros cuerpos, en beneficios para las empresas sanitarias”.
El manifiesto de la Plataforma 4D ha criticado “el escándalo de los cribados de cáncer de mama, las listas de espera que se inflan para derivar a clínicas concertadas, los hospitales públicos que se vacían de personal mientras se desvía dinero público a lo privado”. Esta hoja de ruta para la gestión de la sanidad pública andaluza han considerado que “constituye ataques contra nuestra salud y queremos gritar alto y fuerte que nos defenderemos y que las personas responsables tendrán que rendir cuentas y serán juzgadas”.
Una tierra rica con un pueblo empobrecido
Después de recordar que “los servicios públicos fueron construidos con el esfuerzo de la clase trabajadora”, el manifiesto de la Plataforma 4D ha lamentado que en estos momentos “son degradados, desmantelados y, finalmente, privatizados”, de manera que “nuestras vidas, nuestra salud y nuestros derechos en negocio para unas pocas élites”, según la organización convocante.
Asimismo, han sostenido en su texto que casi 50 años después de aquella movilización “la conquista de los sueños y aspiraciones que movieron a millones de andaluzas y andaluces siguen pendientes” al argumentar que “la autonomía no es solo cuestión de estatutos”, ya que han considerado que la realidad es que “Andalucía es una tierra rica con un pueblo empobrecido”.
“Seguimos padeciendo paro, precariedad, desigualdad, dependencia energética e industrial, y un modelo económico basado en la especulación, el rentismo y la explotación que convierte nuestra tierra en campo de expolio y mano de obra barata”, ha continuado su retrato en este sentido.
Fuerzas de izquierda en apoyo a la marcha
Este acto reivindicativo ha contado con el respaldo por formaciones de izquierda como Izquierda Unida (IU), Podemos Andalucía, Adelante Andalucía e Iniciativa del Pueblo Andaluz, así como por otras organizaciones como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
La significación política de este acto se ha reforzado con la asistencia de líderes nacionales, como ha sido el caso de la secretaria política de Podemos y eurodiputada, Irene Montero, quien se ha sumado a un evento que ya contaba con la asistencia del coordinador federal de Izquierda Unida y candidato de Por Andalucía a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas de 2026, Antonio Maíllo.
Estos líderes políticos nacionales han participado con otros representantes políticos presentes en el acto, como han sido los casos del portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García; el secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), Ernesto Alba; la coordinadora de Podemos Andalucía, Raquel Martínez, y el candidato de este partido a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Antonio Delgado, en las elecciones autonómicas previstas en 2026.
Una “izquierda fuerte” para derrocar a Moreno
En sus declaraciones previas antes de participar en la marcha Irene Montero ha acusado al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, “de políticas de muerte y desmantelamiento y reventón que le ha pegado a los servicios públicos, a la sanidad andaluza, a la educación” y ha considerado que en consecuencia “Andalucía tiene que sacarse de encima a Moreno Bonilla”.
Ha lamentado que “frente a eso el Partido Socialista no puede con esta derecha corrupta, privatizadora y desmanteladora” y ha reivindicado la necesidad de “una izquierda fuerte que sea capaz de sacar a Moreno Bonilla del gobierno de Andalucía y que permita que el gobierno de Andalucía sea para los andaluces y andaluzas”.
Por su parte, Antonio Maíllo ha sostenido que el presidente andaluz se encuentra “encerrado en sus datos, en sus cifras y con una absoluta insensibilidad a los grandes problemas que acucian al pueblo andaluz”, y ha considerado que la “marcha atrás del Partido Popular ha empezado ya”.
Maíllo ha argumentado que nos encontramos “en un momento crucial tras el Debate de la Comunidad, donde se ha evidenciado a un gobierno acorralado” y ha afirmado que “se ha abierto una ventana que va a conformar un espíritu de cambio”. Ha precisado que Juanma Moreno ya no es el mismo “de hace siete años, ni mucho menos el de hace tres años”.
El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, ha reivindicado este domingo que “solo queda andalucismo” cuando las opciones políticas que tienen los andaluces ante sí son que “uno lo que quiere es darle dinero a Asisa”, en alusión velada al Partido Popular de Andalucía, mientras que “otro quiere dárselo a las élites de Madrid y Cataluña”, en referencia al modelo de financiación que diseña el PSOE.
Tras asegurar que “hoy nos colocamos detrás de la plataforma de 4D” y reivindicar que “tenemos la suerte de tener dos días de Andalucía: el 28 de febrero y el 4 de diciembre”, ha sostenido que “Andalucía está sistemáticamente maltratada”, un problema que ha atribuido tanto a gobiernos “del PSOE, el PP, PSOE y Sumar”, por cuanto ha esgrimido que “siempre somos los últimos de los últimos, las últimas de las últimas” y ha instado a que “esto se tiene que acabar”.
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