El PP en el Ayuntamiento de Sevilla ha logrado sacar adelante el presupuesto para 2026 gracias –de nuevo– a un pacto con Vox, la misma vía con la que validó las cuentas de este año. Menos de dos horas antes del pleno extraordinario convocado este martes para aprobar el presupuesto, el alcalde hispalense, José Luis Sanz, ha firmado un acuerdo con la formación de extrema derecha que ha servido para renovar los votos de la alianza presupuestaria entre ambos partidos.
Los populares han aceptado 16 de las 18 enmiendas presentadas por el partido ultraconservador, lo que se traduce en nuevos recortes en partidas destinadas al Servicio de la Mujer, los planes de igualdad y la cooperación al desarrollo. El pacto suscrito este martes también recoge medidas como “reforzar” el control de los inmigrantes que se quieran empadronar en la ciudad y flexibilizar las multas de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la Cartuja cuando “no existan niveles de contaminación por encima de lo establecido”. Dos condiciones que Vox incorporó de última hora para endurecer su posición en las negociaciones.
El pleno para validar las cuentas se ha celebrado este martes 23, después de que se aplazara la sesión prevista inicialmente para el pasado viernes 19. La fecha no era menor en términos políticos: un día antes se aprobaron los presupuestos de la Junta de Andalucía, presidida por Juan Manuel Moreno (PP), a los que Vox había presentado una enmienda a la totalidad; y coincidía, además, con el cierre de la campaña de las elecciones extremeñas, celebradas este domingo.
En el entorno municipal se interpretó el aplazamiento como una forma de ganar tiempo y calibrar el resultado electoral en Extremadura, que se ha saldado con la victoria del PP y el ascenso de Vox. Durante los días previos, la formación ultraconservadora aprovechó en Sevilla para presionar en sus negociaciones con el gobierno municipal, exigiendo medidas concretas para garantizar su apoyo a las cuentas, que el PP de José Luis Sanz ha terminado asumiendo.
Cuentas aprobadas entre acusaciones y protestas vecinales
Las cuentas han salido finalmente adelante con los votos a favor de PP y Vox y el rechazo de los partidos de izquierda en la oposición: PSOE y Con Podemos-IU. El presupuesto municipal para 2026 contempla una inversión de 1.096.267.338,71 euros, lo que supone un incremento del 2,52 % respecto al año anterior, hasta alcanzar los 1.380.067.639,51 euros en el global consolidado, según el resumen aportado por el portavoz municipal y también delegado de Hacienda, Juan Bueno, al inicio del pleno.
Entre las propuestas de Vox incorporadas al presupuesto figuran el refuerzo de las ayudas a la maternidad, la creación de un espacio en el cementerio para niños no nacidos, el impulso a los jóvenes artesanos sacros y el aumento de las actividades vinculadas a la Inmaculada y a San Fernando, patrón de la ciudad. A ello se suma el afianzamiento de la Oficina Antiaborto —gestionada directamente por el partido de Santiago Abascal— y la creación de hasta tres nuevos museos: uno dedicado a la Semana Santa, otro al flamenco y un tercero a la historia de Sevilla.
La votación se ha celebrado al final de una sesión plenaria especialmente convulsa, en la que el debate se ha visto varias veces interrumpido por protestas vecinales entre el público, que acusó a gritos al gobierno local de “fascista” y defendió que “lo público no se vende”. El pleno también ha sufrido interrupciones por las acusaciones cruzadas y subidas de tono por parte de los concejales de una y otra bancada.
Unas cuentas “al servicio de la ultraderecha”
Mientras la portavoz del grupo municipal de Vox, Cristina Peláez, defendía el presupuesto acordado con el PP como “un instrumento de gestión útil para los sevillanos”, los grupos de izquierda en la oposición desplegaron una crítica feroz –tanto política como técnica– contra unas cuentas que consideran “al servicio de la ultraderecha”.
Desde Con Podemos-IU, su portavoz, Susana Hornillo, ha señalado que el Ayuntamiento “ha aceptado un chantaje ideológico para contentar a la extrema derecha”. Asimismo, Hornillo ha cuestionado la credibilidad del presupuesto, citando a la propia Intervención municipal, que alertó de la “sobreestimación de los ingresos” en las cuentas. La edil denunció así que el gobierno municipal recurre al endeudamiento “de forma arriesgada”, contando con un préstamo que aún no se ha recibido y con que “el crecimiento del gasto supera al de los ingresos corrientes”, lo que anticipa futuros recortes durante la ejecución presupuestaria, según advirtió la edil de la formación morada.
Hornillo señaló además que el presupuesto repite un patrón ya conocido del actual gobierno: inversiones prometidas a los barrios que finalmente no se ejecutan. “Presumen de inversión, pero todos los años se quedan millones en el cajón”, afirmó, al tiempo que acusó al PP de consolidar “el deterioro de los servicios públicos” con este pacto. Para Con Podemos-IU, se trata de unas cuentas “profundamente desiguales, poco ambiciosas y alejadas de la realidad de la mayoría social”.
La izquierda en contra de los “recortes” a igualdad o memoria histórica
El PSOE, por su parte, centró buena parte de su intervención en el contenido político del acuerdo con Vox. La concejal socialista Sonia Gaya señaló que las cuentas suponen un “recorte” en partidas como las destinadas a entidades de cooperación internacional, memoria democrática y eventos culturales como el Festival de Cine. Desde su grupo también se criticó el uso del padrón como “instrumento policial”, asegurando que “cruza líneas rojas”.
Los socialistas reprocharon también al alcalde que gobierne subordinado a una fuerza política que “niega el cambio climático y la violencia machista” y se preguntaron a quién sirven realmente los presupuestos: “A la Sevilla real o a una Sevilla arcaica”. En ese sentido, afearon a Sanz que diga “que el presupuesto no tiene ideología, pero lo llenen de enmiendas de la ultraderecha”, como criticó el portavoz del grupo socialista, Antonio Muñoz. El otrora regidor sostuvo que las cuentas no sirven para los barrios ni para “corregir los desequilibrios históricos entre distritos”.
Asimismo, Muñoz acusó al Gobierno de José Luis Sanz de ceder “recortando en cultura, igualdad y cooperación al desarrollo”, en alusión a las enmiendas pactadas con Vox, y calificó al PP de ser un partido “subordinado”. De ahí que hayan votado en contra del presupuesto “por coherencia, por responsabilidad y por dignidad política”, como defendió el portavoz socialista, antes de augurar que José Luis Sanz dejará de ser alcalde en 2027.
El cierre del debate corrió a cargo del propio alcalde, que inició su intervención final agradeciendo a Vox que “haya sabido poner por delante los intereses de la ciudad de Sevilla antes que los intereses políticos”. Con estas palabras puso fin a una sesión que terminó certificando el pacto presupuestario entre PP y la extrema derecha, en medio de un pleno marcado por la tensión, las protestas vecinales y el malestar ciudadano. Con su aprobación, los presupuestos de 2026 vuelven a situar a Vox como socio clave del gobierno municipal de Sevilla.