El Sindicato de Inquilinas y el Sindicat de Llogateres de Catalunya se han reunido este viernes con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, a quien han instado a introducir cambios en la futura Ley de Vivienda, que encara su tramitación parlamentaria.
Entre ellos, proponen un régimen sancionador para aquellos inquilinos que incumplan el control de precios de los alquileres que recoge la ley. También, hacer menos restrictivos los criterios para la declaración de zonas tensionadas. En concreto, que no sean zonas donde la subida de los precios del alquiler sea un 5% superior al IPC de la comunidad autónoma, sino que ese porcentaje se sitúe en el 2%.
Además, defienden que los ayuntamientos dispongan de mecanismos para solicitar la declaración de área tensionada y no solo las comunidades autónomas. Asimismo, han instado al Ministerio a garantizar la vigencia de la regulación catalana una vez se apruebe la Ley.
“Sin estos estos cambios, la regulación no va a funcionar. La ministra ha admitido que se necesitan mejoras para que realmente bajen los precios y están abiertos a las propuestas del Sindicato. Las van a valorar y el próximo jueves habrá una nueva reunión de trabajo con el Ministerio”, ha asegurado Carme Arcarazo, portavoz del Sindicat de Llogateres de Catalunya.
Por su parte, el Ministerio de Transportes señala que analizará las propuestas presentadas por los Sindicatos de Inquilinos y que serán los grupos parlamentarios los que negocien las posibles enmiendas a la Ley, que se tramitará en el Congreso por trámite de urgencia. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos quiere que el texto esté aprobado este año.
Los sindicatos se reunieron hace unas semanas con la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, a la que también trasladaron la necesidad de introducir cambios en la Ley para que sea efectiva la rebaja de precios. Además, apuntan que están trabajando con grupos parlamentarios, como Esquerra o Bildu, para que hagan suyas las propuestas de las organizaciones inquilinas.
Por Cristina G. Bolinches.