Cada 30 de julio se celebra el Día mundial de la tarta de queso, una efeméride que se conmemora desde 1985 y que aprovecha para dotar de protagonismo con una fecha propia para uno de los postres más populares alrededor del mundo.
El boom de recetas con todo tipo de ingredientes y de variedades a lo largo de todo el mundo mantiene a la tarta de queso o cheescake como uno de los postres por excelencia, y que tiene sus antecedentes en los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia gracias a su aporte energético.
Los antecedentes de la tarta de queso en la Antigua Grecia y Roma
Si bien no era tarta de queso como tal, el primer antecedente encontrado se sitúa en la Antigua Grecia, en la isla de Samos, frente a la costa de lo que es actualmente Turquía hace 4.000 años, aunque el pastel ganaría más fama como uno de los postres con los que se alimentaba a los deportistas.
Así es como en el año 776 a.C se preparaba el pastel de queso durante los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia para dotar de energía a los deportistas que participan en ellos, con una receta que trabajaba el queso en una sartén de latón con miel y harina de trigo para que quedara cremoso y se calentaba luego para que se convirtiera en una masa.
Esta receta que es un precedente de la tarta de queso actual se conoce gracias a haber aparecido en textos del escritor Ateneo en el año 230, y que se popularizó cuando los romanos conquistaron la Antigua Grecia y se modificaron su receta incluyendo huevo. Esto se llamó ‘libuma’, un postre que se servía en eventos especiales y como ofrenda a los dioses Apolo y Diana.
El origen de la tarta de queso en España y del cheescake en Estados Unidos
Debido a la influencia del imperio romano, de la ‘libuma’ esta receta fue cambiando y convirtiéndose en diferentes postres y en variedades distintas de la tarta de queso, que en España está ligada a la quesada pasiega de Cantabria, un postre con leche de vaca cuajada, mantequilla, huevos y harina y que aparece en textos medievales como el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita del siglo XIV.
De hecho, en Italia se elabora con queso mascarpone, ricota o miel, en Grecia actualmente con queso feta o en Alemania con queso cottage, pero una de las más conocidas es la cheescake americana, que tuvo sus comienzos en el siglo XIX cuando se añadió el queso crema a la receta cuando apareció la comercialización del llamado Philadelphia, pero sería un joven alemán llamado Arnold Reuben el que popularizó la tarta de queso al mejorar la receta para su negocio de restauración en Nueva York.