El sueño es fundamental para los animales, aunque supone uno de los momentos más vulnerables ya que la vigilancia antidepredadores se reduce drásticamente, especialmente en las fases de sueño profundo. Ante esta situación, los gatos domésticos (Felis silvestris catus) adoptan medidas excepcionales: no sólo duermen en zonas elevadas, sino que descansan sobre su lado izquierdo.
Esa es la conclusión a la que llegó un equipo internacional de investigación que analizó cientos de vídeos de YouTube de gatos durmiendo. Y observaron que esa posición les otorgaba cierta ventaja, porque favorece la caza y el escape tras despertarse.
Se trataría de una “ventaja evolutiva”, señala este grupo compuesto por especialistas de la Universidad de Bari Aldo Moro (Italia), la Universidad del Ruhr de Bochum, la Facultad de Medicina de Hamburgo y otros colaboradores de Alemania, Canadá, Suiza y Turquía, que publicó el estudio en la revista Current Biology.
Una estrategia de supervivencia
Los gatos domésticos duermen entre 12 y 16 horas al día, preferiblemente en lugares elevados donde sus depredadores solo pueden acceder a ellos desde abajo. Por lo tanto, pasan casi el 60-65% de su vida en un estado altamente vulnerable, lo que despertó el interés de los investigadores.
El equipo analizó 408 videos públicos de YouTube en los que se veía claramente a un gato durmiendo de lado durante al menos diez segundos. Solo se utilizaron videos originales; se excluyó del estudio el material modificado o invertido. Dos tercios de los vídeos mostraban gatos durmiendo sobre su lado izquierdo, de acuerdo con el análisis.
Al analizar esa preferencia, los científicos encontraron que los felinos perciben su entorno al despertarse con su campo visual izquierdo, que se procesa en el hemisferio derecho del cerebro. Este hemisferio está especializado en la percepción espacial, el procesamiento de amenazas y la coordinación de movimientos rápidos de escape.
Por tanto, si un gato duerme sobre su hombro izquierdo y se despierta, la información visual sobre depredadores o presas se dirige directamente al hemisferio derecho del cerebro, que es el que mejor la procesa, aumentando su capacidad de reacción. “Dormir sobre el lado izquierdo puede, por lo tanto, ser una estrategia de supervivencia”, añaden los investigadores.